Capítulo 48:

29.3K 4.2K 6K
                                    

ARLETTE:

Debido a que el secuestrador de Chiara sigue libre y entró en nuestro hogar no una, sino dos veces, violando cada medida de seguridad de nivel militar alrededor de nosotros, me veo forzada a tomar medidas al respecto. Después de comprobar que ninguna cámara filmó la manipulación y la activación del sistema de gas, la devolución de Chiara y mi despertar de la muerte, hago que mi familia empaque lo necesario y nos mudamos temporalmente al ático de uno de los edificios pertenecientes a los Cavalli en el centro de la ciudad con helipuerto. Hago que mis hombres lo equipen con lo último en tecnología, con sistemas aún más avanzados de los que teníamos en casa, pero lo que me alegra de estar allí es el poco espacio que quién se haya llevado a mi hija podría tener para actuar en el dado caso de que quisiera volver a molestarnos. Tan alarmante como eso suene, nuestra vida se ha reducido a descubrir quién es el traidor entre nosotros porque nuestro enemigo no pudo haber actuado solo. Este debió haber estado lo suficientemente cerca e infiltrado para hacer lo que hizo, para actuar justo frente a nuestras narices, lo que me lleva a formular teorías en las que antes ni siquiera quería pensar.

A pensar en la posibilidad de una traición.

Pero a su vez me descubro a mí misma no queriendo saber.

No queriendo saber a qué persona cercana tendré que matar por aliarse con la Bratva.

A quién tendré que matar con mis propias manos.

Adelante ─digo en voz alta cuando la puerta de mi oficina es golpeada de manera tímida, una mujer de cabello y ojos cafés apareciendo bajo el umbral poco después. Lleva una sencilla camisa blanca y un par de vaqueros. Algunos sitios de su cuerpo se encuentran vendados y ya que estuvo por días en una cámara de tortura, sufriendo a manos de mi esposo, me imagino por qué. Mi mandíbula se endurece cuando veo las marcas de agujas en sus brazos. Me siento identificada con ella y a la vez no. Las dos somos adictas, pero yo no tuve una elección. También hemos sido malas madres. La diferencia entre nosotras es que ella nunca podrá remediar su error y yo sí─. Siéntate.

Ella lo hace.

Ocupa asiento frente a mí con los ojos inyectados en sangre debido al llanto. Mi esposo, para nada sutil, ya le dijo que su hija podría estar muerta, un tipo de información que yo me habría guardado hasta saber todo lo que se encuentra en su cabeza en el dado caso de que ya no le importe encontrar al autor intelectual de su asesinato debido a ello. Afortunadamente Gabe me observa con sed de sangre, lo que significa que sí está interesada en hallar a la autora del crimen que nos entrelaza. Debido a su estado no hay muchas pruebas que se le estén haciendo al cadáver que recibí y las pocas que se pueden hacer tardan una eternidad, ni siquiera he obtenido los análisis que Flavio hizo con él para saber si era el de un Cavalli, por lo que solo estamos asumiendo que se trata de Elle, su hija, la cual Vladimir, el hermano muerto de Alik, se llevó.

Si Alik sabía que irían tras Chiara, tiene sentido que sea ella.

─Mi hermano hizo este álbum para ti. ─Tras ponerme de pie para inclinarme y abrirlo ante ella, vuelvo a sentarme─. Contiene imágenes de la base de datos de mujeres asociadas a la vida criminal de Chicago. ─Contengo una sonrisa. Mi renovada amistad con Bart ha traído nuevas herramientas a mi alcance, las cuales ya tenía, pero ahora son más accesibles─. Sé que son muchas, nadie dijo que los hombres eran los únicos que podían ser criminales, pero con un poco de paciencia y el deseo de hallar al autor intelectual de la muerte de tu hija serás capaz de identificarla. ─Relamo mis labios cuando Gabe enfoca sus ojos en mí, los cuales se encuentran estrechos como rendijas─. ¿Qué?

─Eres una perra.

Arrugo la frente.

─¿Por qué? ¿Por darte las herramientas para hallar al asesino de Elle?

Vólkov © (Mafia Cavalli III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora