Capítulo 4:

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ARLETTE:

Al enterarse de la muerte de Iván y de su repentino funeral, Gavin prepara tres atuendos que presenta para mí, con ayuda de algunos de mis hombres cargando con los maniquíes desde el granero, en mi habitación en medio de la noche. En primer lugar, de izquierda a derecha, está uno rojo que consiste en un vestido simple hasta las rodillas, pero con una capa descendiendo desde sus hombros hasta el suelo, y tacones puntiagudos. A este le sigue un traje blanco de falda de cintura alta y botines de cuero. Por último, pero no menos importante, está el clásico atuendo negro. Un vestido ceñido hasta los tobillos con mangas anchas y sandalias. A diferencia de los otros, viene con una especie de velo oscuro transparente.

Si no hubiera descubierto el poder que tiene cómo luces a lo largo de los años, puesto que mi apariencia me ha ayudado a disuadir a algunos de mis enemigos, por lo general los más débiles, y debilitar a los más fuertes, tomaría esta decisión a la ligera. 

Cada conjunto transmite un mensaje.

El rojo es una clara declaración de guerra.

De búsqueda de venganza.

Lo usé en mis manos cuando asumí mi papel como cassetto de la mafia tras la muerte de Luciano y Morello. Lo he usado mucho desde entonces, pero de manera sutil, nunca vistiéndome por completo de él a menos que quiera ser directamente violenta con respecto a mis intenciones. El segundo podría ser interpretado como una petición de paz, como si me arrastrara para que los rusos decidieran mantener el acuerdo entre Mark y mi padre, pero usé blanco en el funeral de Salvatore. Para mí el blanco no simboliza paz. El blanco marca un nuevo comienzo. Las personas se sienten aliviadas cuando lo ven por eso, pero no toman en cuenta que para iniciar algo debes destruir y hacer cenizas lo que existía antes de ello. Cuando una mujer se casa de blanco, a pesar de no ser virgen, está decidiendo dejar atrás su pasado para comprometerse a un solo hombre.

El problema con el blanco es que se ensucia demasiado fácil.

Por eso cuando me casé, lo hice de negro.

No importa la cantidad de veces que te ensucies llevándolo puesto, mientras más oscuro sea menos se notarán los pecados que has puesto sobre ti misma porque a medida que caes, las atrocidades que cometes van perdiendo significado. Te acostumbras a estar manchada y a que nadie lo vea porque eso es lo que hace el negro. Actúa como un camuflaje que mantiene todos tus secretos a oscuras, como mi deseo de matar a Marcelo. A lo largo de los años anteriores a su asesinato, usé mucho negro. Tras tomar un sorbo de champagne, me levanto de la silla desde dónde llevo un rato mirándolos y niego, trayendo decepción y frustración a los ojos cansados de Gavin, pero no molestia porque sabe que no puedo presentarme ante la Bratva de la manera equivocada, aún después de lo que ellos mismos le hicieron a Iván, y ninguno me convence.

No la venganza.

No la paz.

No la muerte.

*****

Vicenzo alza las cejas cuando me ve bajar las escaleras con un vestido gris manga larga. Su falda es lisa. El único detalle importante en él es la manera en la que deja expuesta mi espalda a pesar de la tira de encaje, que también es el cierre, que la divide a la mitad. La joyería colgando de mis orejas y en mi mano derecha es negra. A pesar de su confusión, no dice absolutamente nada hasta que estamos dentro del Cadillac con Flavio junto a nosotros. Francesco ayudó a Milad, la mano derecha de Vicenzo, a organizar el funeral, por lo que ya está esperándonos en la Iglesia.

─¿Estás bien, Arlette?

Siendo sincera conmigo misma, el miedo ni siquiera me ha permitido sentirme triste por la muerte de Iván. Todo, después de hoy, está por cambiar. Si lo que el ruso dijo durante la cena es cierto y Fósil y Petrushkha no me dieron más que el entrenamiento que se le da a los soldados de la Bratva, puede que esté a punto de enfrentarme a mi mayor enemigo.

Vólkov © (Mafia Cavalli III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora