Vólkov © (Mafia Cavalli III)

Capítulo 27:

Porfi, no olviden comentar y dar estrellita, su atención me da vida

ARLETTE:

Ahora que Alik ha muerto, los rusos no tienen a nadie que responda por ellos, pero solo es cuestión de tiempo antes de que escojan a un nuevo líder en la ciudad. Gracias a Fósil y a sus viejos contactos tengo información sobre los aspirantes al puesto y archivos sobre su vida, hasta el más minucioso detalle, y aunque cualquiera de los tres podría ser un oponente a tomar en cuenta, ninguno me llama la atención como Rondion, quién al parecer aspira a quedarse en Chicago. Los otros dos se oponían a Iván y a su trato conmigo y siguen haciéndolo.

─¿Señora Cavalli? ─pregunta el director de San Antonio cuando se da cuenta de que no estoy prestándole ni la más mínima atención─. ¿Escuchó lo que dije?

Lo miro, parpadeando mientras alejo mi cabeza de la guerra que estamos librando.

La razón principal por la que estoy aquí es porque nos hemos tomado un descanso de doce horas en el que solo buscamos a Chiara, sacando provecho del poder legal que ahora tenemos sobre el territorio de la Bratva, todavía sin el apoyo de las autoridades porque Bartolomé está reacio a permitir que etas se involucren, y porque me encontraba cerca cuando la escuela llamó. De lo contrario no habría venido por mucho que ame a mi hermano, pero me habría arrepentido.

La persona con la que se metió en problemas vale la pena mi interés.

─No.

─Ah ─dice, incómodo, antes de volver a ajustarse en su asiento tras el escritorio. Flavio, llevando su usual ropa elegante hecha un desastre, y Víktor, en una sencilla camiseta oscura y vaqueros, están sentados en un sofá con el espaldar pegado a la pared. El primero tiene los puños ensangrentados y el segundo un labio partido, también sangrante, y varios moratones en el rostro. En su cuello hay marcas de señales de asfixia─. Le hablaba de la política de San Antonio, la cual ya debería conocer debido a que asistió y se graduó de esta escuela, pero de no ser el caso le recuerdo nuestra tolerancia cero a la violencia. ─No puedo evitarlo. Alzo las cejas al recordar la manera en la que permitieron que Hether se metiera conmigo durante todo el tiempo que estuve estudiando aquí, en especial el último año, pero no digo nada. No tendría sentido hacerlo cuando ahora somos cercanas y cuando lo que Flavio hizo hoy no se le acerca a lo que ella me hacía, superándolo con creces─. Lamentándolo mucho, su hermano ha roto nuestras reglas al abalanzarse sin motivo alguno, no es que esté diciendo que exista un motivo para la violencia, sobre Víktor, nuestro nuevo estudiante, en su primer día de clases.

Trago el nudo de ira que se forma en mi garganta entes de ver a Flavio.

Por años fui llamada de las peores maneras entre estos pasillos.

La vida coloca a Víktor frente a él, ¿y explota de esa manera?

Aunque una parte de mí me grite que no pase por alto el hecho de que no fue drogado para apagar sus emociones desde la niñez y que su reacción es entendible tomando en consideración todo por lo que estamos pasando, la otra no puede evitar sentir solidaridad hacia Víktor Vólkov por la posición en la que está. Si yo fuera Flavio buscaría ser su amiga, su aliada, no su enemiga.

Quizás mi hermano también lo haría en una situación normal, pero aun así.

Me temo que la influencia de Vicenzo está ensuciando su mente.

Sin embargo, parte de la ira que había contenido dentro de él tras la muerte de mi padre y Beatrice también ha desaparecido en el último año gracias a él. Su presencia constante en nuestras vidas ha tenido un impacto tanto positivo como negativo en lo que se refiere a mi hermano y es por ello que no he cedido a la idea de matarlo cada vez que se inmiscuye en nuestra relación, pero eso no significa que no le guarde resentimiento al respecto.