Diferentes [D#1]

Capítulo veintinueve: Ésta no debería contar

— Entonces… ¿Segura que lo sabes todo?

Asiento un poco cansada, mi mamá está caminando de ida y vuelta algo nerviosa.

— ¿Qué es todo? —pregunta ella jugando con su camisa.

— Mamá, todo está bien… En serio —respondo un poco avergonzada.

— Oye —pone cara muy seria y me señala con el dedo indice—, nada de besos en la primera cita, ¿De acuerdo? —me guiña un ojo y yo solo puedo asentir.

— ¡Ryan! —grita mi mamá algo alarmada y se pone las manos en la cadera— ¿Qué clase de consejo es ese?

— Solo es una broma cariño —dice con una dulce sonrisa que parece calmarla, pero luego voltea a verme y me guiña un ojo, dándome a entender que no se trata de ninguna broma.

La verdad es que no sé si esto puede llegar a ser más incómodo.

— ¿Qué vas a usar? —pregunta mi mamá— Espero que nada corto.

— Pensaba usar un jean —digo algo dudosa—, no es como si esto fuera la gran cosa.

— Nada de jeans ajustados —dice muy seria.

— Y claro que es la gran cosa —corea mi papá un poco feliz—, vas a tu primera cita…

Ruedo los ojos y suspiro, dejándome caer sobre el respaldar del sofá, supongo que esto realmente es la gran cosa para mis padres, para que se den cuenta que su hija no es gay o algo parecido, que todo está normal en ella y que está dejando de ser tan asocial… Supongo.

Y debo admitir que hasta yo me sentí un poco molesta cuando ellos se sintieron levemente decepcionados de que el chico con el que voy a salir no es Max.

Quizás debe ser porque para mis padres las primeras veces siempre han sido importantes, se supone que siempre deben serlo, como el primer baile, la primera cita, el primer beso, la primera vez de dormir con alguien, y no de dormir teniendo relaciones, solo dormir, abrazados...

Pero como que yo soy una experta en arruinar mis primeras veces.

Por ejemplo, mi primer beso fue robado de un chico que quizás solo he visto un par de veces por los pasillos. Mi primera vez durmiendo, solo dormir, con un chico fue con Jay, y un montón de primeras veces que se suponen deben ser importantes, memorables… Para mí no es algo más de lo común.

Es decir, sí, siempre existe una primera vez para todo… Como por ejemplo, la primera vez que te haces pis en la cama, que te rompes un hueso… Esas primeras veces son vergonzosas, pero con el tiempo se olvidan, como las otras primeras veces. Así que no son la gran cosa, creo que eso es ahogarse en un vaso de agua.

Cuando mi mamá se va a la cocina a buscar algo de tomar, mi papá se inclina un poco hacia mi para poder susurrarme.

— Puedes usar jeans ajustados, no importa… Incluso un escote, siempre y cuando no afecte tu integridad .

— Papá, eso no va a suceder.

— Lo sé, pero solo quiero asegurarme que lo sepas tu tambien. Nunca está de más tener un poco de diversión

Me quedo un poco aturdida. El timbre suena por lo que mi papá se levanta rápidamente para abrir la puerta, mientras yo me quedo perpleja por lo que él acaba de decirme.

Me gusta que tenga confianza conmigo y que no actúe tan sobreprotector como se supone que los padres deben hacerlo. Me gusta que actúee como si aún fuera adolescente, aunque a veces ese tipo de comentarios realmente me dejan sin palabra.