Capítulo seis: ¿Qué haces para divertirte?

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— Hoy no estuvo tan mal, ¿Eh?

Arrugo la nariz mientras vierto la comida en el pequeño recipiente y algunos perros se acercan a comer.

— No puedo quejarme —digo al momento que camino hasta Ezzy, un pitbull que recogimos hace un mes, me agacho y comienzo a acariciarle detrás de las orejas.

— Ni Roxanna ni Abby se metieron contigo.

Asiento algo distraída, no le he contado a Cassi la charla que tuve con Max, y sé que el hecho de que ellas dos no se estén metiendo conmigo tiene algo que ver con él

La perra apoya ambas patas sobre mi regazo y comienza a lamerme la mejilla, mi amiga comienza a reírme mientras yo intento evitar que siga lamiéndome, finalmente se detiene porque escucho su estómago rugir y ella se encamina rápidamente hasta los recipientes de comida. Me paso la manga de la camisa por la mejilla y vuelvo hasta la caja, en donde esta Cassidy, hurgando entre los papeles de las historias de todos los animales que tenemos aquí.

La puerta se abre, haciendo sonar la pequeña campanita, ambas levantamos la cabeza de lo que estábamos haciendo, enseguida mi ceño se frunce al ver a Max entrando a la tienda, está usando una camisa negra algo ajustada y jeans, tiene ambas manos en sus bolsillos y camina despreocupado, recorriendo con sus ojos toda la tienda, cuando se posan en nosotras, una sonrisa se extiende por toda su cara.

Escucho un suspiro a mi izquierda y volteo, buscando algo que mirar que no sea a él, me doy cuenta que Jenny, la nueva, que estaba encargada de arreglar los productos, ahora tiene toda su atención en mi vecino.

¿Él siempre tiene ese efecto en todas las chicas o qué? 

Pero... Cuando me refiero a "todas las chicas" estoy excluyéndome. Claro está  

Escucho el sonido de sus manos cayendo algo fuerte contra la madera, me volteo lentamente y noto que Max se está inclinando para estar un poco más cerca de mí.

— ¿Qué haces aquí? —pregunto en un tono demasiado brusco, pero él ni siquiera se inmuta.

— Solo quería ver a visitarte.

— Que gracioso... En serio Tempest, ¿Qué haces aquí?

— Vine a buscarte.

En estos momentos, me gustaría demasiado saber cómo alzar una ceja, porque sería exactamente el gesto que le haría, pero debido a que no sé, alzo ambas.

— ¿Buscarme para qué?

— Bueno, debido a que sé lo mucho que amas tu trabajo y como te distraes con facilidad, pensé que habías olvidado que tenemos que entregar un ensayo, una comparación de Romeo y Julieta con Orgullo y prejuicio. Pensé que estarías aquí, así que vine a buscarte para hacer el trabajo.

Quiero cachetearme o golpear mi cabeza contra una pared, olvidé por completo ese estúpido trabajo. Enseguida me cruzo de brazos y frunzo el ceño.

— Como verás, ahora estoy ocupada.

— Puedes ir —escucho la voz de Cassidy y ambos volteamos a verla—, hoy el día parece estar tranquilo. Primero los estudios Sky.

Ruedo los ojos, escucho la risita de Max y suspiro algo derrotada.

— Bien —digo a regañadientes y saliendo del pequeño mostrador.

Max extiende su mano, como si esperara que yo la agarrara para que él pudiera guiarme, lo fulmino con la mirada y paso junto a él hasta salir de la tienda, pocos segundos después escucho sus pasos y se detiene hasta que está detrás de mí, sin embargo, se adelanta un poco y se detiene junto a mi auto, hago un mal gesto y le quito la alarma para que pueda subir.

Diferentes [D#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora