Capítulo treinta y tres: Mala influencia

4.4K 284 10
                                    

Son muy borrosos los recuerdos de hace 4 segundos, tengo un leve conocimiento de haber salido del restaurante y de Max deteniéndose en un local para comprar algunas botellas, me negué, porque es obvio que lo hice, no quería beber alcohol, pero insistió tanto que terminé haciéndolo... Lo peor es que a pesar de que el liquido quemaba todo el camino desde mi garganta hasta mi estomago, realmente me gustaba.

Ahora ambos estamos sentados frente a un río, mirando el reflejo de las estrellas en las tranquilas aguas. Y yo estoy riéndome de absolutamente todo, y sintiendo que todo mi cuerpo es demasiado pesado, por lo que me recuesto levemente de Max, quien bebe de la botella un poco rápido.

— Puedes confiar en mí —dice de repente y yo asiento lentamente, intento contar las estrellas que se reflejan en el agua, perdiendo la cuenta y empezando de nuevo—, me refiero... Puedes decirme lo que sea Sky.

Me muerdo el labio inferior, aunque realmente no lo siento, le doy un trago a la botella y me siento derecha, mirándolo, él me ve de reojo y suelta una risa tonta que me hace reír a mi también.

— No tengo nada que decirte —digo arrastrando las palabras y jugando con la botella en mi mano.

— Hablemos de lo que sea —sus mejillas están algo rosadas y trato de borrar la sonrisa involuntaria que hay en mi rostro.

— Eres una mala influencia —digo de repente, y esta vez es él quien sonríe y me muestra sus hoyuelos.

— ¿Por qué dirías eso?

— Porque es la verdad —intento mirarlo serio, pero prefiero simplemente bajar la mirada hasta mi botella que ya va por la mitad—, antes nunca había pensando en beber una sola gota de alcohol, de ir a una fiesta, de besar chicos, o incluso salir de mi casa.

Max se ríe y pone su mano sobre mi rodilla, haciéndome levantar la mirada.

— ¿Besar chicos? ¿Es que alguna vez pensaste en besar alguna chica?

— Puaj, no —le saco la lengua y él se ríe.

— ¿Entonces a que te refieres? —pregunta algo serio, alzando ambas cejas.

— A eso —frunzo levemente el ceño—, que nunca antes había pensado en besar a un chico.

— ¿Y a qué chico quieres besar?

Me encojo de hombros mientras bebo un poco de la botella, el liquido se bota un poco por la comisura de mis labios. Ya no siento el ardor, pero me cuesta un poco enfocar la mirada... Me pregunto cómo se estará sintiendo él.

— ¿Cómo te sientes? —pregunto de repente y él parece pensarlo.

— De maravilla —sonríe y se deja caer en las pequeñas piedras.

Dejo la botella a un lado y me pongo a gatear hasta llegar junto a él y dejarme caer también, ahora ambos estamos viendo las estrellas, o bueno, no sé si él las estará viendo, porque a mi todo me está dando vueltas y solo estoy tratando de fijar un punto.

— Me gustaría ser cercano a ti —dice un poco apagado y yo hago una mueca.

— No soy una persona fácil.

— Lo sé, es por eso que me intrigas... Quisiera conocer todo de ti.

— Bien —respondo distraída.

— Como por ejemplo... ¿Por qué nunca antes habías besado a alguien? ¿Por qué prefieres pasar todo el día viendo películas pero no te gusta hablar del trabajo de tus padres? ¿Por qué eres como eres con las personas?

Me quedo en silencio, jugando con mis manos sobre mi abdomen, tratando de buscar en mi cabeza en qué momento él pudo darse cuenta de esas cosas.

— No he besado a nadie porque gracias a que paso mucho tiempo viendo películas realmente me gustaría que fuera algo importante. No quiero ser esa chica que besa a cualquiera y que no significa nada, quiero que signifique algo... Y con respecto a mis papás.... Solo no quiero vivir bajo su sombra.

Diferentes [D#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora