Capítulo treinta: Ella es diferente

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Max POV

Pierdo por completo el interés en la película, ahora lo único que tiene mi atención es Sky. En lo tierna que se ve durmiendo, intento acercarla un poco más a mi cuerpo, porque está haciendo un poco de frío, pero cuando la muevo ella solo murmura algo sin sentido y hunde su cabeza en la cama, muy cerca de mi pecho, muevo un poco mi mano por su espalda y ella hace un mal gesto.

Dejo de moverme, porque solo quiero verla dormir. Por fin puedo tener un momento tranquilo con ella, pero ¿Qué tan extraño me hace el disfrutar verla dormir? Quisiera que ella estuviera despierta y que no tuviera ningún problema en que toque su cara o la abrace hasta que ambos nos quedemos dormidos, porque quiero dormir con ella, literalmente dormir, no simplemente tener relaciones y dejarla cuando todo haya terminado. 

Quisiera darle un beso en la mejilla o en la frente sin que se despierte, pero creo que tengo más miedo de como vaya a reaccionar. O incluso de como vaya yo a reaccionar ante el contacto con su piel.

La miro por una última vez, como si quisiera recordarla así, calmada y no con esa mirada asesina. Sonrío un poco y me alejo de ella, Sky solo se mueve dándome la espalda y le pongo una sabana encima porque está haciendo un horrible frío.

Me bajo de su cama con demasiado cuidado, camino por su habitación, asegurándome de no hacer ningún tipo de ruido y finalmente me salgo por su ventana, doy una mirada por encima de mi hombro para asegurarme que está bien, miro hacia abajo, tratando de evitar los pensamientos sobre lo que podría pasar si algo sale mal... No soy muy fanático de las alturas, pero sí de esa sensación de adrenalina.

Miro hacia mi casa y frunzo el ceño al notar que mi lámpara para leer esta encendida y que una sombra va y viene...

Sin dudarlo simplemente salto y hago un sonido un poco fuerte al caer, abro la ventana de golpe y veo a Alex pegado a la pared, mirándome algo asustado, no puedo evitar sonreír al ver su cara de miedo, él  me saca el dedo medio, murmura algo en su teléfono que tiene pegado a su oreja y luego lo mete en su bolsillo para cruzarse de brazos mientras yo me siento en la ventana.

— ¿Qué hacías en casa de Sky cuando sus padres no están?

Mi sonrisa se borra automáticamente, y la seriedad en su tono de voz me cae un poco pesado.

— ¿Desde cuándo te importa? —le respondo con un tono un poco busco, apretando mi mandíbula para evitar alzar la voz.

— Creo que esa pregunta debería hacerla yo, ¿Desde cuándo te importa, Max? Porque últimamente has estado actuando raro cuando se trata de ella, te lo dije antes, ella me cae bien y no quiero que todo se vaya a la mierda por tu culpa.

— Púdrete —respondo desviando la mirada, buscando algo interesante en mi habitación que merezca mi atención.

— Ahora actúas a la defensiva... Solo quiero saber que está pasando, no entiendo porque eso te molesta...

— Y yo no entiendo porque te preocupas tanto en averiguar qué es lo que está pasando, que no está pasando nada. Simplemente quiero llevarme bien con mi vecina.

— No es lo que parece, porque ambos sabemos que has estado trayendo a Roxanna y que has estado tonteando con ella para causar alguna reacción en Sky. ¿Por qué? Ella no es... —le interrumpo entrando a mi habitación y golpeando la pared.

— No es la misma persona, no tienes porque compararlas…

— Entonces madura y deja de actuar como lo hacías hace unos meses atrás —dice acercándose a mí y bajando la voz—, estamos aquí por ti.

— No me hables de madurez —frunzo aún más mi ceño al centrarme en los ojos de mi hermano—, tu eres quien anda mandándose mensajes de texto con alguien y no te atreves ni siquiera a decirme quien es, ¿tienes un amor por Internet o algo? Madura y aprende a decir las cosas, ¿o debo recordarte que por eso tu ex te engañó como le dio la gana?

Sé que es algo duro de sacar en cara, pero la ira está haciendo cosquilleos por debajo de mi piel. Y sé que no importa lo que diga, hacer enojar a Alex es la cosa más difícil que he hecho 

— Eso es patético Max. A diferencia de ti, yo supe dejar atrás lo que pasó. Cosa que parece que tu no... Recuerda lo que dijo papá, no todas las mujeres son iguales.

Y sin esperar que responda se va de mi habitación, dejándome con ganas de gritar toda la frustración que llevo dentro.

Cierro los ojos y golpeo de nuevo la pared, esta vez con los puños cerrados y abriendo levemente uno que otro nudillo. Respiro profundo y ahora la rabia que siento es conmigo mismo, porque debo escuchar a Alex en lugar de alejarme de él. En vez de actuar a la defensiva como hice, debí preguntar sobre la estúpida chica que lo tiene tan distraído.

Apretando los labios salgo de mi habitación y bajo hasta la cocina, él está ahí, recostado de la isla, escribiendo un mensaje de texto.

— ¿Es aquí cuando me dices que te arrepientes por todo lo que dijiste? —me pregunta sin dejar de presionar las teclas de su teléfono.

— Me gusta —suelto de repente, pero él no deja de mirar la pantalla—, quiero pasar tiempo con ella y tratar de averiguar cómo conquistarla, pero es imposible... Yo... Ya no sé ni siquiera que decir, estoy acostumbrado a eso de la chica de una sola noche, ni siquiera sé si quiero estar en una relación seria con ella. Solo son problemas y no quiero escuchar quejas de una niña rica malcriada.

— Si no estás seguro entonces deja de actuar como si te importa hace un gesto hacia la pantalla de su teléfono y estoy respirando profundo para no quitárselo y tirarlo contra el piso.

— Ella es di...

— Diferente —me corta y me mira como si quisiera gritarme—. He escuchado eso antes Max, “ella es diferente” y a los días llegas quejándote porque no es como pensaste que eras. Deja de hacerte idea de las personas y si no estás seguro de lo que sientes por ella, déjalo y aléjate. Vas a lastimarla y si lo haces créeme que ésta vez no estaré de tu lado. Sky me agrada y no quiero que le hagas daño. Piensa bien antes de hacer algo realmente estúpido 

Aprieta los labios y sonríe de manera arrogante, guarda su teléfono y pasa junto a mi sin decir más nada.

¿Qué le pasa a Alex que ahora le gusta dejarme hablando solo? Lo único que me provoca es agarrarlo y golpearlo.

Comienzo a mover mis dedos sobre la isla, por la luz de la calle puedo ver que hay algunas galletas sobre ésta, la agarro  y la miro, sonrío al notar que son de la mamá de Sky y una rara sensación oprime mi pecho ante el recuerdo de ella caminando en ropa interior por su habitación, ignorando el hecho que tenía una excelente vista desde mi habitación, y en lo graciosa y tierna que se veía con su sostén de Mickey Mouse.

Debo admitir que desde la primera vez que la vi algo en ella llamo mi atención, hasta el punto que me quedé viéndola ordenar papeles sobre su cama.

Quizás es su agresividad lo que llama tanto mi atención, porque de lejos parece una niña tierna, con buen cuerpo y honestamente no tan difícil de conquistar, pero basta con que diga la primera palabra para que quiera correr, solo que no estoy seguro si quiero hacerlo hacia ella o lejos de ella.

Resoplo algo molesto y subo de nuevo hasta mi habitación, miro por la ventana y me siento un poco más calmado cuando veo que la camioneta de sus padres está estacionando. Me dejo caer en la cama y miro al techo, con la pequeña lámpara aún encendida, preguntándome por qué le doy tanta importancia, por qué quiero protegerla y al mismo tiempo la quiero a millones de kilómetros de mí. Se supone que no debería de sentir esa cosa en mi pecho cuando algún chico se le acerca, pero así me siento. Y es horrible, porque pensé que toda está cosa de los sentimientos estaba bien enterrada en lo más profundo de mí, pero algo en ella hace que todo en mi se descontrole por completo. No sé si me gusta más de lo loco que me vuelve el no saber qué hacer cuando estoy a su lado.

Diferentes [D#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora