Diferentes [D#1]

Capítulo treinta y ocho: ¿Eso es un sí?

Decir que me siento como una niña es decir poco, bajo la mirada hasta la pantalla de mi teléfono, releyendo el mensaje de mi mamá diciendo que van a llegar tarde a casa, respiro profundamente y vuelvo a levantar la mirada, viendo a través de la ventana, hacia la casa de los Tempest, solo un par de luces están encendidas y comienzo a pensar en mil y un cosas, porque extrañamente con la única persona con la que quiero hablar justo ahora es con Max. 

Me toma solo un par de segundos maldecir en voz alta y ponerme de pie para bajar las escaleras, el agarre sobre mi teléfono es demasiado fuerte, pero es lo único que se siente real, ni yo misma puedo creer lo que estoy haciendo. Ni siquiera cuando estoy parada frente a la puerta de la casa de al lado, tocando el timbre y tratando de calmar mi respiración.

Comienzo a balancearme y tratar de convencerme de que esto no es una mala idea, escucho pasos lentos y comienzo a ponerme un poco nerviosa. Finalmente la puerta se abre y veo a un Max un poco mejor, sin tanto vello facial y un poco más animado, frunce el ceño levemente y mira por encima de su hombro, luego vuelve a verme y se pasa una mano por la cara.

  — ¿Qué es esto? —dice con voz ronca.

— Mmm, ¿Todo bien? —pregunto algo nerviosa y confundida.

Max deja escapar una leve risa y me ve un poco divertido.

— ¿Quieres pasar, Sky?

— Depende —respondo algo nerviosa. 

— No hay nadie en casa —dice abriendo más la puerta para que pueda pasar—, y no te haré nada.   

Entro con paso dudoso y él cierra la puerta detrás de mi, me ve un poco serio y se acerca un par de pasos, comienzo a sentir el acelerado ritmo de mi corazón y el instinto en mi cabeza diciendo que esto es una mala idea y que será mejor que me vaya.

 — Algo no está bien contigo — dice frunciendo el ceño y viéndome fijamente a los ojos.   

 — ¿Es tan obvio? —pregunto dejando escapar un suspiro.

Me guiña un ojo y agarra mi mano entrelazando nuestros dedos, sin decir más nada me da un pequeño jalón para que camine detrás de él mientras sube las escaleras y camina con cuidado hasta llegar a su habitación, la puerta está abierta, todo está desordenado y comienzo a pensar en todas las cosas que podrían pasar... Pero no creo que él sea ese tipo de personas.

No sé exactamente cuando dejé de pensar eso. 

Max suelta mi mano y se deja caer en la silla frente a su escritorio, agarra un bol lleno de helado y comienza a comer, en ningún momento sus ojos dejan los míos, así que algo intimidada camino hasta sentarme en la orilla de la cama.

Nos quedamos así por un largo tiempo, callados y mirándonos. 

No sé porque esto ya no es incomodo.   

Finalmente respiro lentamente y clavando mi mirada en el piso digo lo primero que viene a mi cabeza.

 — ¿Qué sabes sobre Cassi y Alex?

Max no responde enseguida, pero eso no me importa. No quiero verlo fijamente porque no creo que quiera, para tratar de distraer mi mente me quito los zapatos y pongo mis pies en el frío piso.

— Sé mucho... Pero no creo que sea buena idea que lo sepas de mi —habla pausadamente.

— ¿Por qué no? —pregunto sin levantar la mirada.

— Porque ella es tu mejor amiga y él es mi hermano, si realmente quieres saber que es lo que está pasando deberías preguntarle a ellos.

— No me siento preparada para eso —respondo seria y me dejo caer sobre la cama, colocando ambas manos encima de mi abdomen y mirando el techo, dejo escapar aire y espero solo un par de segundos—, no me molesta la situación, en lo absoluto. Sé que parece que sí, pero no. Me agrada de alguna forma que ellos estén juntos, es solo que... No lo sé, todo esto está pasando muy rápido. De repente siento que ella no puede confiar en mi, y eso fue un golpe bajo, ya no siento que podamos volver a ser las amigas que eramos antes, y espero que le vaya bien con Alex... Porque se ve que en serio le gusta, pero... No quiero involucrarme en eso, de ninguna manera. Es como si quisiera que todo esto pasara a mis espaldas, porque por más que lo intente no puedo dejar de preocuparme por ella, y no quiero verla sufrir, así que... No lo sé, solo es algo complicado, quisiera dejar de preocuparme por ella pero si  no lo hago, ¿qué clase de mejor amiga se supone que soy? Y con Alex... Siento que no lo conozco, y no sé si quiera hacerlo.. Hoy le dije muchas cosas que ni siquiera sabia que podía decirle... ¡Ni siquiera sabia que así me estuve sintiendo todo este tiempo! —Max no dice nada, y yo comienzo a sentir como el nudo que hay en mi garganta comienza a liberarse poco a poco y sé que si no digo todo ahora después será muy tarde—, y de verdad no sé porque siento esta necesidad de contarte todo esto. Creo que es por no poder hablar con Cassi y que, no lo sé, tenga esta extraña cosa contigo que ni siquiera sé como llamarlo. Quisiera despertar y que todo sea normal, pero entonces, si vuele a ser normal no creo que pueda volver a acostumbrarme. Es todo tan extraño. ¿Sabes qué es lo peor? Que siento que me estoy ahogando en un vaso de agua, ni siquiera sé porque pienso tanto las cosas o porque me preocupo tanto, debería dejar que las cosas pasen y ya, pero no lo sé, siento que no puedo hacer eso.