¿Le temes al Amor, o a MÍ?

Capítulo XXXVII

Era pornografía, literalmente, había un chico cogiendose a otro. No podía leer los globos del cómic pero los dibujos eran bastante explícitos. Cómo se le ocurría leer esas cosas en la escuela? Y aún peor, porqué lo leía? Era alguna clase de historieta porno gay? No lo sabía pero de repente se me vino una idea a mi mente. Primero, ya tenía un arma para amenazarla cada vez que se metiera conmigo o que no me quisiera dejar solo con mi Chris,  lo usaría como chantaje. Y segundo, ya que planeaba hacerlo con Chris, tal vez ella tuviera algún dato o información que yo ignorara sobre esto. 

- Ejem! - fingí toser de manera exagerada paraque se diera cuenta de que necesitaba su atención. 

- Ay Dios! - brincó en su asiento al escucharme, al parecer no había notado mi presencia - Cuándo llegaste, idiota? 

- Hace poco, pendeja...

- Ah... - cerró su "libro" y lo guardó. Yo quería reírme.

- Qué leías?

- Estaba repasando historia. - respondió muy segura. 

- Querías saber cómo se cogía en la conquista? 

- Ah? - me miró raro y luego abrió mucho los ojos - Hijo de puta! Me estabas espiando! 

- Eso te pasa por estúpida. - comencé a reírme. 

- Estúpida tú cola, ya cállate el hocico. - habló y se dió la vuelta para no mirarme. Seguramente estaría molesta porque descubrí uno de sus secretos. Permanecí en silencio un momento.

- Oye... - me acerqué y senté cerca de su asiento - Era sexo gay, verdad? 

- No se supone que lo viste? Estás ciego o qué? - respondió molesta. 

- Bien, bien... Me prestarías tu librito? - pregunté pero ella me miró extrañada.

- Para qué o qué? 

- No preguntes y dámelo, a menos que quieras que toda la escuela se entere.

- Me da igual lo que digan los demás, pendejo.

- Y lo que diga el director? 

- ... - se quedó callada, ambos sabíamos que él era un homofóbico y que no permitiría que ningún alumno tuviera ese tipo de contenido en la escuela, seguramente armaría un alboroto. Ella se quedó pensativa y dijo - Para qué lo quieres? 

- No necesitas saberlo.

- A ver, quieres que te preste uno de mis preciados mangas Yaoi, y no quieres darme una explicación? Qué te crees o qué? 

- Solo quiero saber unas cosas, que no te incumben... 

- Ohhh... - me miró sorprendida y después puso una cara de pervertida - quieres hacer el frutifantástico con Chris? 

- Qué? 

- Que si quieres hacerlo con Chris? 

- N-no te interesa a ti! Y además no sé trata de eso. - respondí rápidamente, pero mi puta voz me falló.

- Aw, que tierno, ok, está bien, te prestaré uno, solo tienes que firmarme aquí - accedió de inmediato mientras sacaba una hoja que parecía una especie de contrato - y pon tu nombre también. Tienes dos días para leerlo, me lo regresas puntualmente y si no lo haces tendré que tomar medidas extremas - hablaba señalando en un apartado donde pedía firma y nombre del "prestamista" y del "piñotante*". Leí el papel y en él decía que debía entregar el artículo, que en este caso era el manga, en buenas condiciones y en la fecha y hora indicados. Terminé firmándolo con un lapicero que me prestó.