Capítulo I

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- A un lado estupido! - sentí un empujón en mi espalda, provocando que me cayera y las cosas de la mochila se tiraran.

Únicamente me limité a soltar un bufido y a comenzar a recoger todo.

Efectivamente, este era un día más en mi aburrida escuela, soportando a estos alfas idiotas, insultándome desde que me había declarado gay abiertamente. Y pues, para mí sorpresa, pero cosa que ahora veo bastante predecible, la mayoría de mis "amigos" se alejaron de mí como si portara alguna enfermedad que se contagiará con tan solo verme o tenerme cerca.

Fue duro al principio, pero la verdad es que ya me había acostumbrado. A pesar de que siempre había sido alguien bastante sociable, pero, desde entonces, nadie se me acerca a menos que sea para molestar me. Aunque en verdad la mayoría de mis días suelen ser muy tranquilos. Mi única misión es pasar desapercibido ante todos y así evito problemas, ya que mis notas son muy buenas, debido a que me esmero mucho por mantener mi beca.

Vivo con mi hermana, beta al igual que yo, Alice, una adulta de veinticuatro años. Ya que mi padre abandonó a mi madre cuando yo tenía a penas unos cuantos meses de nacido, y por consiguiente, ella nos continuó cuidando, al menos hasta que Ali cumplió la mayoría de edad, en ese momento se marchó de la casa dejando únicamente una tarjeta de ahorros con una nota que incluía la clave. Y, para mi fortuna, mi hermana aceptó hacerse cargo de mí por completo.

Desde aquel día no hemos vuelto a ver a mamá, unos vecinos dicen que se mudó de ciudad y que vive con una hermana. Pero, siendo sinceros, no sabemos realmente dónde está, y ya hemos dejado de buscarla.

Alicia al principio intentó contactarla pero al parecer cambió de número telefónico que tenía desde ese entonces. No conocíamos a ningún familiar así que no sabíamos de nadie que supiera donde estaba. Tampoco pudimos acudir a su trabajo porque se dedicaba a limpiar casas, por lo que no había un registro de sus datos de residencia. Y nunca pensamos seriamente en denunciarla con la policía por abandono, ya que no queríamos tener más problemas. Así que , en algún momento, dejamos de intentarlo.

∆∆∆ Dylan∆∆∆

- A un lado estúpido! - dice mi mejor amigo, Louis al mismo tiempo que empuja a Christian, un compañero de clase que es beta y marica. Provocando que las cosas de su mochila se caigan, y provocando que una estrepitosa risa salga del contrario.

Yo solo ruedo los ojos por la inmadurez de Louis.

- Eres un idiota, lo sabías?

- Oh vamos, sólo me divierto un poco con la putita.

- Deberías hacer algo más productivo y ponerte a estudiar en vez de molestar.

- Uy! Pero mira quién habla, el señor "pásame la copia". - bociferó. - Además, deja de defenderlo. O qué? Te gusta? - dice dándome un codazo.

- Claro que no imbécil! Que puto asco! - lo golpeé de vuelta y con más fuerza. - Deja de decir idioteces, quieres?

- Hey! Ustedes dos, cállense y escuchen, tenemos un "compromiso" - habló Rian, otro amigo, acercándose a nosotros y recalcando la última palabra.

- Para cuando?! - pregunta George entusiasmado - Ya necesito plata saben? Me he quedado limpio.

- Es en una semana, el sábado. - respondió acomodándose los lentes.

- Bien, lo enviaré al grupo - señala Louis, sacando su celular.

- De acuerdo, nos coordinamos luego. - concluí, despidiéndome con la mano y alejándome de ellos.

Debía apresurarme para mantenerme sin tareas para poder estar disponible para mí empleo. Mismo que para la mayoría resultaría inusual y hasta inmoral. Pero había sido una gran opción cuando la oportunidad se presentó. Ya que, mis padres anteriormente estaban muy pendientes de mí, pero, debido a mi conducta, decidieron aplicar medidas drásticas conmigo. Desde hace dos años me enviaron a vivir solo.

¿Le temes al Amor, o a MÍ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora