¿Le temes al Amor, o a MÍ?

Capítulo VIII

- Oh si! Empezó a oler muy dulce, y las chicas nos terminaron corriendo de ahí.

- Sí, al final nadie pudo irse con ninguna chica... - dijo triste Louis.

- Al menos nos pagaron bien, y hablando de eso, aquí tienen - recordó Rian repartiendo el dinero a cada uno.

- Ya quiero que sea mañana, esa puta me las va a pagar. - dijo Louis refiriéndose a Christian, al escucharlo me tensé, parece que no podían dejar de recordarmelo.

- Solo fue un rasguño en el pantalón - mencionó Rian.

- Sólo un rasguño? Ja! Y qué dices de la herida de Dylan? - intervino George.

- Podríamos hablar de eso mañana! No quiero recordar a ese idiota asqueroso hoy! - hablé alterado. Ya no quería escuchar más de ese bastardo.

Ellos se callaron y Andrew ordenó una cerveza para mí.

- Tranquilo bro, veras como mañana se las verá conmigo - dijo Louis abrazándome por el hombro.

- Bien, ahora cambiemos de tema. - dije serio.

Después de eso los chicos comenzaron a hablar y el ambiente se empezó a relajar, bebimos hasta que a mí ya todo me daba vueltas y Rian tenía que ayudarme a ponerme de pie y me llevó hasta un taxi, le dió mi dirección y este me llevó a mi apartamento, a como pude me bajé y le pagué, subí las escaleras con dificultad hasta mi piso, ya que el elevador se encontraba averiado. Abrí la puerta y la cerré de una patada, fui directo a mi cuarto y me tiré en la cama, quedando inmediatamente dormido.

∆∆∆Christian∆∆∆

Desperté por el sonido de la alarma. Sentía mi cuerpo un poco caliente, me removí y ví la hora, eran las seis en punto, me levanté y fui por mis supresores, tomé una pastilla y fui al baño a ducharme. Al salir voltee a ver mi cuerpo en el espejo, mi tobillo ya parecía desinflamado pero aún se veía morado. Mi mejilla estaba verdosa pero igual ya no estaba inflamada. Coloqué pomada en ambos lugares y me vestí. Los lunes había revisión de uniforme así que debía llevarlo, consistía en una camisa que blanca y cualquier pantalón.

Al terminar de vestirme bajé y Alice ya estaba despierta, me miró y sonrió. Me acerqué y le di los buenos días.

- Listo para la escuela? - dijo extendiéndome un plato con comida.

- Sí, comeré en la escuela, no tengo hambre - dije metiendo la comida en un toper.

- Christian White, el doctor dijo que debes subir de peso.

- Si, pero no tengo hambre y siempre he sido esbelto. Además se me hace tarde adiós. - me dirigí a la puerta.

- Hablaremos de eso luego... Ah Chris! Tu collar! - dijo alcanzándome - recuerda que hoy voy a hablar con el director, iré en una hora, tú ya estarás en clase verdad?

- Sí...

Dejé que me colocara el collar y después salí de la casa. Me dirigí a la parada de autobús y subí al indicado. Al estar cerca de la escuela me bajé una parada antes. Eso era porque en la parada enfrente de la escuela siempre había alguien que me metía el pie o me tiraba al piso. Por lo que siempre me bajaba antes y me iba escabuyendo hasta la entrada de la escuela.

Hoy debía ser muy cuidadoso si no quería que Alice me viera metido en problemas.

Llegué a la escuela y fui directo a mi casillero, tomé mi mochila y mis libretas. Al entrar en el salón no había nadie, me senté en mi pupitre y me puse a revisar mis apuntes.