Capítulo V

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                      ∆∆∆Dylan∆∆∆

Sentía mi cuerpo totalmente encendido, un aroma increíble emanaba de aquella criatura, tragué saliva, nuestras manos se tocaban y aún ese mínimo contacto se sentía muy bien.

Me miraba, lo sabía por la leve luz que se filtraba de la cocina, lo demás estaba con las luces apagadas y no podía apreciar bien su rostro.

Aún así podía apostar que su piel era realmente clara. Su mano era pequeña y muy suave. Su cuerpo se veía delicado y con curvas bien proporcionadas.

Me acerqué e incliné, sentía como nuestras miradas se conectaban. Sus ojos se veían un poco diferentes entre sí, pero no podría explicar qué era ya que no había suficiente luz.

Iba a acercarme pero sus ojos reflejaban pánico. Podía sentir cómo se estremecía y jadeaba. En ocasiones su cuerpo temblaba y se retorcía, mientras soltaba un sublime quejido.

Quería tocar y abrazar, sostener, oler y hacer su cuerpo mío. Era una sensación primitiva y salvaje, no podía controlarme. Era instinto puro.

Pero a la vez estaba mi parte racional. Donde quería tratarla gentilmente, ya que su delicado cuerpo parecía que se rompería si lo sujetaba con brusquedad.

Nunca me había sentido así antes. Ni siquiera en mi primer celo. Siempre hacia lo que quería, si quería ser rudo lo era, y si quería hacer las cosas más rápido lo hacía. Siempre yo mandaba y actuaba como me placía.

Pero, ahora no sabía ni cómo reaccionar.

Por un momento inconscientemente tomé mi teléfono y activé la linterna, quería ver el rostro de la persona que provocaba tales emociones en mi.

Quería saber que era real y no era mi imaginación. Quería grabar en mi memoria su rostro para volverla a ver.

Pero cuando se iluminó, quedé en shock.

Al mirar su cara solo pude ver el rostro aterrado de Christian!

Como Diablos Era Posible!

Me sentía tan desilucionado. Tan molesto y frustrado. Para nada podía ser Christian quién haya despertado emociones tan intensas como las que tuve.

Para nada. Christian para iniciar era un hombre, y para terminar era un puto homosexual. Débil y beta. Se supone que era un beta común y corriente. Sin nada que lo hiciera especial.

Sentía como mi cuerpo reaccionaba a él, y eso me enojaba. Él podía controlarme si lo deseaba, era tan despreciable y asqueroso.

Lo miré a los ojos y para mí sorpresa su ojo derecho era verde. Eso me cautivó momentáneamente. Su respiración seguía agitada y su frente estaba cubierta por pequeñas gotas de sudor que caían por su cabello.

Reaccioné enojando me aún más. Esa cosa me estaba manipulando.

Impulsivamente alcé mi brazo para golpearlo. Pero una fuerza en mi interior me detuvo. Sus ojos estaban fuertemente cerrados y había girado su cabeza instintivamente. Sentí como retuvo su respiración esperando el golpe que nunca llegó.

Eso me llenó de un sentimiento de culpabilidad y remordimiento. Me sentía una basura. Mi pecho se oprimía. Lo miré y quise abrazarlo, me incliné y el tembló y chilló. Me detuve inmediatamente y miré su mejilla, estaba hinchada y verde, su labio estaba roto. Recordé que yo era el culpable y me aparté bruscamente de él.

Me levanté y di la vuelta rápidamente. Me sentía enojado, pero no sabía si era conmigo mismo o con él.

Aparte podía sentir mi entrepierna doler y palpitar. Sudaba y ya no podía controlar mis feromonas. Me reuní con los chicos en la sala y únicamente hice una seña de que me retiraría.

¿Le temes al Amor, o a MÍ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora