Capítulo VII

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- Sí...

- Bien, será mejor que evites su compañía mientras te estabilizas. Sabes controlar tus feromonas?

- No, yo, creo que no.

- Ya veo, déjame llamar a alguien que podrá ayudarnos. - presionó un botón del teléfono en su escritorio - Podrías venir un momento?...

- Sí doctor, pero la joven que entró con usted quiere volver a pasar. - se escuchó a través de la bocina. Supongo que era la recepcionista refiriéndose a Alice.

- No, que no pase aún.

- Bien.

Entró al consultorio la misma chica que nos atendió al llegar, era Omega, olía dulce pero no era un aroma muy fuerte, solo era una pequeña escencia.

- Dígame doctor. - dijo acercándose al escritorio.

- Dime, sientes algún olor? - preguntó a la chica, señalando me.

Ella se acercó a mí y rápidamente asintió.

- Sus feromonas son fuertes Doctor.

- Si? - me miró - Trata de calmar tus feromonas.

Yo trate de relajarme pero no sabía cómo manejarlas.

- No sé cómo.

- Piensa en un una puerta, relájate y trata de cerrarla poco a poco. Realmente si te hubieras manifestado desde pequeño como Omega, naturalmente habrías aprendido a controlarlas. No hay una ciencia exacta para aprender a manejarlas, así que cualquier método podría funcionar o no.

- Entonces debo practicar?

- Sí, diariamente y en compañía de alguien, ya que veo que tú no persives la intensidad de tus feromonas.

- En compañía de alguien?

- Sí. Tienes a alguien de confianza? sería mejor si fuera omega, para evitar algún incidente.

- No, pero ya veré.

- Bien, tus pastillas serán de cincuenta miligramos - decía mientras lo anotaba en una receta - y aquí te anoto las medidas para un collar de contención, es obligatorio para omegas menores de edad.

- Bien - me extendió la receta y yo la tomé.

Al abrir la puerta para salir del consultorio Alice estaba pegada a ella. El doctor la miró mal y yo salí.

Mi hermana pagó la consulta y fuimos directo a la farmacia y compramos los supresores, al igual que el collar.

Un collar de contención es algo parecido a una gargantilla, pero de un grosor de unos tres a cuatro centímetros, y en la zona de la nuca tiene un seguro que solo se desabrocha con una llave especial. Está diseñado para omegas, para evitar que se cree una marca de "enlazados" de manera forzada. Es obligatoria en caso de ser menor de edad.

Al llegar a la casa Alice y yo fuimos a mi habitación a probar mi collar.

- Bien, date la vuelta. - le obedecí y recogí mi cabello. Sentí como lo pasó por mi cuello y escuché el "clic" del seguro activarse. Estaba justo, ni holgado ni apretado. - A ver, está incómodo?

- No. - dije dándome la vuelta para mirarla.

- Ay que cosita! Te ves bien!

- Gracias, aunque preferiría no usarlo jaja.

- Ay ya sé, yo tampoco quisiera que lo usaras pero es para no tener problemas bien? - yo asentí - mañana iré a tu escuela a notificar tú condición - me puse tenso, no quería que lo anunciara, pero era necesario para mí registro.

¿Le temes al Amor, o a MÍ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora