Chocolate amargo y Menta

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Lo miré mientras este dormía, se veía cansado y desesperado.

Mi celo ya había terminado hace unos días atrás. Tenía recostada su cabeza en la almohada del asiento y tenía su rostro sereno mientras su pecho se inflaba y desinflaba cada segundo. Su aroma era fresco y suave haciéndome sentir tranquilo y protegido.

Mi lobo se encontraba en sincronía con el de él. Después de aceptar que era mi destino mi lobo pudo crear una unión con el de Hoseok haciéndonos tener un pequeño lazo pese a que no estuviera marcado por él.

Habían sido unas largas horas en Jet y mis piernas estaban muy acalambradas, mis tripas rugieron en señal de hambre y pronto lo vi removerse abriendo los ojos levemente.

-Tengo hambre. - susurró con voz gruesa y yo sonreí porque al igual que él ya me rugía el estómago.

Vaya sincronía.

Hoseok llamó a la azafata que se encontraba cerca y le pidió que nos llevara algo para comer. La comida que nos habían llevado se veía algo diferente a lo que estaba acostumbrado, pero le resté importancia ya que seguramente era un platillo típico que comen en Londres o algo así.

Mi mente estaba llena de muchísimas cosas y esa idea de salir del país que se le había metido en la cabeza me intrigaba un poco, pues después de lo que pasó con Seokjin se ha estado comportando raro conmigo, también ha dicho que quiere salir conmigo cuando estábamos tomándonos una ducha en mi habitación e invitó a Jimin para que, al salir del coche, ellos sean vistos.

"La pantalla delante de la gente es lo importante" Dicho por él, no por mí. Pero yo lo creo pues las personas hoy en día son demasiado chismosas.

Una vez el jet aterrizó aparecieron unos autos llenos de guardias donde en uno de ellos nos subimos los tres.

Finalmente estábamos en Londres.

Después de unos pocos minutos hicieron su gran aparición en un hotel de Hoseok, uno de los más prestigiosos de Londres, el cual siempre estaba cuidado por una seguridad máxima. Desde suelo y cielo. Pues algunos paparazzi no se conforman con fotografiar por el suelo, sino que se atreven a estar en un helicóptero fotografiando lo que pasa en los balcones del hotel.

Los vi bajarse del auto no sin antes escucharlos suspirar al mismo tiempo. Las sonrisas que mostraron me sorprendieron pues incluso el aroma de los dos se volvió más dulce y fresco mezclándose entre sí. Frente a todos ellos eran la pareja que se regocijaba en amor y unión, en una marca que los unía y parecía ser eterna, pero para ellos dos solamente era un castigo.

El brazo de Hoseok se enredó en la cintura del Omega rubio y éste soltó esa sonrisa donde sus ojos se volvían dos medias lunas.

Los flashes de las cámaras parecieron incrementar con esa sola acción y a medida que ambos caminaban hacia la entrada principal y saludaban a algunas personas.

"¿Será que el Omega del presidente se encuentra en espera?" "Sería gratificante poder conocer a su futuro cachorro" "¿El primer Omega se encuentra bien con su embarazo?" "¿Cómo se siente señor presidente al saber que su Omega está en espera?" "¿Tienen alguna preferencia con el sexo del bebé o el género que llegara a ser?" Eran unas de las tantas preguntas y comentarios que soltaban los periodistas hacia ellos mientras que Jimin se sonrojaba y aclaraba que no estaba en estado todavía.

Me causó un poco de gracia sus comentarios pues bien me había comentado el Omega que le habían pillado comprando muchos postres y viendo una que otra tienda de bebés. "Uno de mis amigos está en espera y le llevé unos postres de mi pastelería favorita y quise ir a ver que atuendo le podría comprar a su bebé, pero los periodistas lo malinterpretaron completamente y piensan que estoy en estado"  fue lo que me dijo el Omega en una de nuestras tantas borracheras que tuvimos en la semana.

The tyrant with the brown eyes [HopeGa]Where stories live. Discover now