Prólogo

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-las cosas no pueden seguir así, debe de haber un cambio, empezando por nosotros los jóvenes. Tanto Alfas, Betas y Omegas debemos ser valientes y luchar por nuestro país, aunque muchos vean que hemos progresado, en realidad estamos atrasando-nos.

Mire a todos los alumnos de la escuela, quienes me observaban indecisos y con miedo de hacerme caso. La verdad no importaba, debía de proteger a mi patria o ser el que incentive a los cobardes a dar un golpe de estado a este gobierno para mejorar la vida de los jóvenes, aunque a decir verdad no podría hacer mucho siendo solamente uno y encima un Omega, porque las y los jóvenes omegas que se sienten temerosos de caminar por las calles sin ser secuestrados por su belleza y violados por el mismo presidente.

Me sentí osado, estaba harto de esto, veía con mis propios ojos lo que pasaba en esta potencia. La economía esta bien, todos los pobres viven como ricos, pero ¿y los derechos de los omegas donde quedan ?, ¿Cuando terminara la corrupción ?, son mis preguntas del día a día desde que  este famoso presidente Alfa llegó al poder. Había llegado a la conclusión intentar de que debía hacer algo para detenerlo, ya que nadie se arrojaba por lo menos intentarlo. Era una pena tener que permanecer a una generación de cobardes donde todo lo que prefieren son las comodidades y las frutas del árbol más bajo.

Los ojos marrones de alguien burlón me amenazaban, pero no buscaron que debían protegerme de él, era un estudiante igual que yo pero iba cursando conmigo mi ultimo año al ser meritorio y reconocido por mis altas calificaciones.

-¿Por que piensas que el presidente es un corrupto roba-omegas? - Hae-in alzó una ceja mirándome. Hae-in podía ser una caja de secretos, no hablaba con nadie y juraba que era mucho mayor de lo que yo pensaba. Era inteligente y solo utilizaba las palabras necesarias para hacer entender algo.

-¿Qué no es obvio? - pregunté- si se ponen a analizar- me interrumpió.

-Sólo eres un omega estúpido queriendo llamar la atención, no se ni porque estoy aquí escuchándote- lo mire con rabia y baje del muro del que estaba encima. Ni siquiera entendía por que me hablaba así, debería de estar a mi favor, pero veo que pandora no es muy valiente que digamos.

-No seas estúpido Hae-in y abre los ojos- murmure para ser ignorado. Se volteó sobre sus talones y caminó hacia su salón de clases, lo mire mientras se alejaba.

nadie me quiere hacer caso. La multitud que había formado con mis palabras iba dispersándose rápidamente por la respuesta de Hae-in, quien logró insertar miedo a los otros. No era justo era lo único que podía hacer en mis manos, solo no podía. Pero algo raro llamo mi atención unos guardias entraban por la puerta, esos mismos guardias que habían estado los últimos días rondando la zona, pero, ¿por qué están aquí adentro?, Mi mente dejó de maquinar cuando logré observar que las siluetas altas y fuertes caminando hacia mi ... eran dos Alfas.

Ni siquiera tuve tiempo para reaccionar, eran tan sigilosos como un gato. Me tomaron por los brazos, yo los mire confundido y comencé a moverme sin comprender la situación. No eh entendido.

-Eres un pequeño omega como para tratar de iniciar una rebelión contra el presidente- me moví sin cesar. Mire sus ojos buscando una explicación, aunque ya estaba dada ¡Alguien me había delatado! - hace días le vemos muy rebelde, señorito Min

-¿Quién me delató? - pregunte mirando todo a mi alrededor asustado, sabiendo lo que sucedería, el Alfa sonrió. Mi sangre heló y todo lo que pude pensar en esos momentos fue que tenia mi vida decidida, o mejor dicho, mi muerte.

Señalo con barbilla al joven rubio que estaba recostado de la puerta de su salón sonriendo hacia mi, Hae-in. Lo mire sin poder creerlo. Saboreaba su chupete mientras que sus ojos me miraban con desprecio y diversión. Me removí tratando de soltarme solo para darle una paliza, estaba rojo de la furia pero a la vez sentí pánico por lo que pasaría en un futuro. Que sabia perfectamente lo que iba a ser.

-Es un omega espía directo del presidente para evitar que ningún alumno Alfa, Omega o Beta haga algo contra él. Déjame decirte bonito, estas muerto - sonrió el Alfa, y ya lo creía.









Muy bien, quería decir hola jajajaja a mis nuevos lectores, esta es una historia nueva y espero que les guste ... Si les gusta no olviden Votar y seguirme para que les llegue la notificación que eh actualizado este fic jsjsjsjs ...


Mingui_One

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The tyrant with the brown eyes [HopeGa]Where stories live. Discover now