Adicto

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Sentí sus labios apoderarse de los míos sin control alguno. Quería alejarme, quería ponerle freno pero mi propio cuerpo no cedía. Le gustaba lo que hacía y era responder a los besos de Hoseok con fiereza y pasión. Madre Luna, ¿Qué me está pasando?, Ni siquiera sé lo que hago, solo me toca y me dejo llevar por los instintos primarios.

Incluso mi lobo parece comenzar a disfrutarlo lo cual me pone aún más preocupado, se supone que no debo de sentir esto, se supone que esto debería de estar haciendo con Taehyung.

Su cuerpo se levantó en busca de más tacto caluroso y gimió al encontrarlo.

-me he vuelto adicto a ti.- susurró sobre mis labios mientras me seguía besando despacio, pero con unas ganas y una pasión que mataban a cualquiera.-me tienes loco.- susurró de la misma manera, cerré los ojos desbordando la pasión entre mis manos y la calentura que mi cuerpo emanaba. Me hacían sentir extrañas sensaciones sus palabras, nunca había escuchado de parte de Taehyung ese tipo de palabras aunque tal vez era porque apenas íbamos a querer unirnos, pero jamás había experimentado este deseo por un cuerpo y menos a lado del Alfa del cual estaba aún enamorado . Me reprendí nuevamente, pero era como si fuera en vano, ya que seguía en sus brazos deseoso de más.

¡Me rendí demasiado rápido !, ¡lo odio y él me odia a mi !.

Aunque pensándolo bien, él nunca me ha dicho que me odia, pero una gente hace sufrir a otra por medio a desventuras y tristeza así como por su casta, es a través del odio que siente y el deseo de ver mal a esa persona.

Pero no detecto nada en él, aunque si haya visto y haya oído toda clases de barbaridades de él, que dudo que sean mentiras. Había visto con mis propios ojos como mataba a dos personas antes de elegirme como su nueva diversión sin contar el que tenía a omegas en celdas en un sótano.

Por eso no descartaba nada. Además no sé porqué estoy pensando en esas estupideces, él es malo y punto. Nada más.

Pero su tacto y saber donde hay que tocar para darme mayor placer, no me dejan pensar con claridad en estos momentos.

Su lengua se encontró con la mía y mis dedos con su cabello sedoso y negro como la noche. Abrí mis piernas para mejor acceso y restregué mi cuerpo al suyo con necesidad y gemí a modo de queja. Se estaba tardando demasiado y eso comenzaba a molestarme.

Bajó sus manos por mi cuello hasta llegar a mi pecho y masajeó los pezones que se asomaban al filo de la camisa y que por la excitación había sobre-salido de la tela. Casi desfallezco ahí mismo al sentir ondas de placer recorrer mi cuerpo entero como si de las olas del mar se tratara. Los pellizcó y suavemente acarició mi cintura y gemí bajito al sentir un cosquilleo en mi vientre.

Bajó lentamente hasta mi trasero y lo apretó atrayendo mis caderas hacia su gran bulto haciendo que chocara junto con mi erección y un fino gemido saliera de mis labios, mi pecho subía y bajaba tratando de respirar con normalidad pero la excitación no dejaba que se cumpliera mi objetivo. Moví en círculos mi cintura buscando atención y gemí al mismo tiempo, él por la fricción yo al descubrir lo deseoso que estaba. Mi pene estaba goteando y mi entrada estaba llena de lubricante que caía libremente por mis piernas, lo que se me hacía realmente incómodo.

Soltó mis labios rojos y me miró a los ojos, sacó su mano de mi trasero no sin antes proporcionarme una nalgada que hizo que gimiera alto y fino y como si lo sospechara acarició lentamente mi falo, sin pudor alguno. Cerré los ojos duramente tratando de contener mis gemidos. Tragué saliva mientras respiraba con fuerza.

Pude escuchar su risa, lo que me molestó. Sabía que le divertía verme así, pero es como para no estarlo, soy nuevo en esto y no se esconder mis necesidades ni mis impulsos sexuales, cuando pasaba mi celo con Taehyung él no se portaba así, él siempre era cuidadoso conmigo y me consentía en todo no como este animal. Me perdoné a mi mismo y dejó de importarme lo que pensaba Hoseok acerca de mi inocencia con este tema ya no me sentiría avergonzado, nadie nace sabiendo.

The tyrant with the brown eyes [HopeGa]Where stories live. Discover now