Maldito Omega

235 45 8
                                    


...

Quiero salir de aquí

Yo también

Miré hacia arriba buscando la ventana de esta celda y no la encontré, mi mente suspiró al saber que estaba en un sótano y lo que me rodeaba era pura tierra detrás de estas paredes.

-¿Porqué no me matan? .- me pregunté en voz baja, lamentando mi vida, ya había comenzado a considerar mi muerte de mejor manera de escape, pero esto se ponía más reñido con el tiempo y me abstuve de decir que era mi culpa, mi lobo estaba triste con la cola entre las patas, mi aroma a tristeza se comenzó a mesclar con los demás omegas.

Esto no es para mi, no puedo vivir aquí encerrado, tengo que salir de aquí como sea, no me importa morir, prefiero estarlo a que un imbécil me robe mi libertad aparte de mis impuestos, esto no puede seguir, mis padres me enseñado a nunca desistir ante algo malo, pero no sabia porque luchaba ya, aunque sabia en el fondo de mi corazón por quienes lo hacia, no puedo rendirme tan fácil, mamá me lo reprocharía si descubre si estoy por desistir.

...-

.

.

.

.

El desayuno había llegado y en realidad tenia hambre, el aluminio del plato hizo un ligero ruido provocando eco en las celdas, llamando la atención, algo de fruta, jugo, tostadas con mantequilla derretida estaban adornando el plato, lo miré por unos antes segundos de lanzarme, no había comido nada, desde hace dos días en lo que estado desaparecido, o raptado, había tragado la comida sin masticarla producto del hambre que poseía, pues no quise comer la comida que he dejado ayer en el suelo.

Había dormido un par de horas sobre el piso frío y había manchado el hermoso conjunto que me había puesto el hermoso Omega del estúpido presidente, que desastre madre luna.

Cuando terminó el periodo de Moon Jae-in, todo estaba bien, aunque el presidente era un poco raro, supo como sobrellevar esta gran nación.

Las elecciones se hicieron en paz, y al parecer este presidente actual ganó las elecciones con las manos limpias, de seguro eso no fue cierto, estoy seguro, las cosas no son como parecen, él ha logrado engañar a la mitad de la población y la otra está muerta por no dejarse engañar por sus ojos soñadores o su sonrisa de corazón que aunque lo niegue en voz alta es muy linda.

Era un Dios griego y la verdad no se discute, pero toda la oscuridad que vino después de su comienzo como presidente, fue increíble, al menos yo lo había visto, como las personas desaparecieron y esas increíblemente concordaban con los que estaban declarados guerra, o simplemente por haber dicho algo inofensivo contra él, o contra su gobierno, había quedado estupefacto, desde entonces he intentado todo, pero nadie le hace caso a un simple Omega, solo por miedo a que me equivoque y luego nos maten a todos, saben lo que hay, pero no se atreven a decirlo y prefieren las comodidades, lo que repetiría hasta que me muera.

Estúpidos

Suspiro con hambre, la comida no había llenado la inmensa hambre que tengo, suspiré con dolor y me digné a mirar la pared que se me hacia hasta atractiva con el aburrimiento que me albergaba en este momento.

-¿Porque huele a fresas? .- preguntó una omega sacándome de mis pensamientos, di un respingo sobre el suelo al escuchar la voz invadir el silencio que había de repente.

Me levanté del suelo y traté de alzar mi cabeza por el pequeño cuadro que estaba lleno de barrotes, no fue posible.

-me han dado fresas.- murmuré, las celdas se llenaron de jadeos sorprendidos, no entendí.

The tyrant with the brown eyes [HopeGa]Where stories live. Discover now