Susto

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Miré a mi alrededor una vez bajé del auto y me sorprendí ante la casa tan bonita que estaba frente a mí. Era una casa grande, pero era campestre, con colores cremas y en sus paredes exteriores y mucha grama a su alrededor.

- Es tan hermosa. – sonreí.

- Sabía que te gustaría. – Jungkook se puso a un lado. – Hoseok y yo pasábamos los veranos en esta casa.

Mi mirada viajó por todo el lugar, algunos arbustos bien podados se encontraban cerca de la estrada, el césped bien cortado y unas cuantas flores creciendo en él.

Me imaginé a dos pequeños cachorros corriendo y riendo por los jardines; llevé mis manos a mi vientre y me imaginé a un pequeño niño o niña corriendo por esta casa igual como lo habían hecho ellos dos. Mi lobo se removía feliz en poder imaginar a nuestro cachorro corriendo por los grandes jardines de esta casa.

Algunos de los guardaespaldas de Jungkook y tres que me había puesto Hoseok entraron primero, supuse que sería para vigilar y ver que nada estuviera fuera de lugar.

Hoseok había dicho que los pondría porque se sentiría más tranquilo y para que yo me sintiera más seguro y estuviera más seguro, lo cual al parecer era cierto por ahora no me encontraba ansioso.

Entré a la casa y divisé un par de muebles a mi izquierda con un televisor plasma que casi tapaba la pared completa. El tapiz era moderno, pero simulaba a animales al estilo cubista, muchos cuadros señalando la naturaleza y a mujeres desnudas, pero nada que se acercara a lo vulgar, todas eran piezas finas y elegantes, eso se veía.

Había esculturas de mármol y madera, eran simulaciones de mujeres y hombres danzando y otras sólo posando. Espejos de diferentes tamaños y formas, en las paredes y uno en la habitación recostado de la pared, de cuerpo completo.

Las camas eran grandes y espaciosas, la casa era grande, pero tenía sólo 3 habitaciones, una sala, antesala, comedor y un balcón con unas escaleras.

- Esa de allí es tu habitación. – Jungkook caminó hacia la puerta que estaba al final del pasillo y abrió la puerta de la habitación, me maraville ante la vista y desde que entré a la habitación un sueño enorme me recorrió por lo que sin querer bostecé haciéndole reír. – parece ser que el viaje te cansó. – asentí y sonreí. – bien, pues... si quieres tomar una ducha y dormir un rato está bien, cuando tengas hambre puedes bajar y decirme para pedir comida.

- Gracias.

Miré la cama como si fuera Hoseok a estar allí y cerré la puerta una vez el Alfa se fue, caminé directo a ella donde yacían mis maletas para buscar un conjunto para ducharme, una vez que lo encontré me dirigí al baño.

Un short blanco y un suéter de color crema era lo que había escogido así que podría dormir un rato sin sentirme caluroso.

Al terminar me arrojé encima de la cama que era incluso igual de grande que la mía y del mismo modo que caí, así mismo me quedé dormido.

-HS-

No había podido dormir en toda la noche, pensativo, buscándole la vuelta a las cosas tratando de encontrar una solución. No quiero hacer daño y el poco respeto que le tengo a mi padre hace que eso sea algo retorcido para mi gusto a pesar de las cosas atroces que he hecho.

Pero si tengo que hacerle daño a mi propio padre, al que me engendró, por mi Omega, lo haré sin pensarlo dos veces. Y más cuando atenta con la salud de nuestro cachorro que viene en camino no toleraría que alguien más lo toque.

Miré el teléfono y lo cogí entre mis manos marcando el número de Jungkook y luego le di al botón verde para iniciar la llamada.

- Hola - habló una voz ronca la cual reconocí de inmediato.

The tyrant with the brown eyes [HopeGa]Where stories live. Discover now