Teléfono

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Me removieron suavemente como si de una muñeca se tratase.

-Joven - susurro a mi oído.

Junté mis cejas y gruñí al despertar de mi hermoso sueño. Traté de abrir los ojos, pero sentí como el sol quemaba mis pestañas y tuve que dejarlos cerrados, giré mi cabeza hacia donde estaba el mayordomo hablándome sobre algo que no entendía.

Gruñí nuevamente porque odiaba que me despertaran de mi lindo dormir. Para mi familia no era un secreto que mi manera de despertar no era la mejor pues mi humor era mucho peor que los perros, aunque claramente era un lobo. Me encontraba desorientado, pero poco a poco lograba encajar las piezas que mi cerebro había perdido.

- ¿Qué? - pregunté sin entender absolutamente nada, este suspiro y extendió el teléfono en modo de irritación.

Me senté en la cama de mala gana y me restregué los ojos tratando de despertarme, lo cual no logré.

Pero de todos modos miré el teléfono y todo el sueño que tenía se fue al saber que alguien me llamaba por teléfono, aunque sea Hoseok no le perdonaría que me hicieran despertar aun temprano. Ya tendría una pequeña venganza por hacerme despertar antes de la hora del desayuno.

Salí de mis pensamientos y le arrebaté el teléfono y luego me lo puse en mi oído.

- ¿Qué? – volví a preguntar pero ahora a quien sea que estuviera hablándome, miré el mayordomo quien se levantaba lentamente de la cama en la que yacía sentado tratando de levantarme.

-Hola - su voz era apenas un murmullo entre su respiración agitada y casi inexistente.

-Los dejo solos, cualquier cosa sólo llame. -asentí quitando un poco el teléfono y asintiendo.

Cuando el mayordomo se fue, volví a ponerme en la posición en la que estaba y presté atención.

- ¿Hoseok? - pregunté. - ¿eres tú? – cuestioné - Si eres tú déjame decirte que cuando llegues te arañaré la cara por hacerme despertar antes de la hora del desayuno. – repliqué con mi voz ronca, producto de que me acababa de despertar.

-S-si- arrastró las letras y luego lanzó un gruñido un tanto peculiar. – parece que ama- amaneciste de malas.

-Odio que me despierten temprano lobo tonto. – le dije - Parece que te estuvieron dando palazos, ¿Qué te pasa? - pregunté burlón y sonreí ante lo sucedido.

-Estoy pensando en ti. - y fue como si todo se hubiera parado. Mi corazón comenzó a latir mucho más rápido mientras que mi lobo daba vueltas en mi interior y mi respiración se puso pesada y todo rastro de mal humor se esfumó. Apreté las piernas y traté de esperar a que siguiera sus palabras el cual hizo. - te extraño. - susurró lentamente. – mi lobo y yo te echamos de menos – volvió a repetir haciéndome sentir un poco ansioso - quiero acariciarte, pero no estás aquí, y se me ha vuelto una costumbre masturbarme a tu nombre, pero quise que esta fuera especial.

No pude evitar reír.

- ¿Qué?, ¿estás loco Alfa? - pregunté tratando de ignorar lo que dijo, porque sentía que iba a explotar si seguía escuchando palabras así de parte de él. -me llamas para decirme todo esto, digo, no es lo mejor que le puedas decir a alguien por la mañana. - mordí mi labio y traté de acomodarme bien en la cama. - no a alguien que aún no ha desayunado.

-no pude contenerme, necesito escuchar tu voz. - fue como si toda la actividad se detuvo, pero su respiración aún estaba acelerada pero un tanto pesada. -Dios, que caliente estoy, y solo por pensarte Yoongi - murmuro con voz gutural y cerré los ojos quitando los cabellos de mi frente que obstaculizaban un poco mi vista, había empezado a hacer mucho calor. - nunca había experimentado este nivel de excitación con nadie. Siento que explotaré y que no podré aguantar mi corrida. Pero se siente tan bien tocarme pensando en ti, porque imagino que estás aquí, haciéndome todas y cada una de mis fantasías - Miré la habitación tratando de concentrarme en otra cosa. Y no en su voz excitada y caliente que quiere seducirme y que haga algo con él.

The tyrant with the brown eyes [HopeGa]Where stories live. Discover now