Era un día más en el Colegio de Magia Metropolitana de Tokio, o bueno, la preparatoria Jujutsu, a los 17 años, ya era hechicera de grado uno, mis misiones eran mucho más complicadas, tediosas, solía salir sumamente herida de ellas, pero poco a poco todo ha ido cambiando.
— Buenos días, _______-chan — dijo Ieiri sonriéndome dulcemente, soplando hacia otra dirección el humo de su cigarrillo — ¿Disfrutaste el fin de semana?
— Para nada — respondí de mala gana, tronando mi cuello girando hacia los lados — He ido con Nanami a una misión especial, y jo, casi nos hacen pedazos, ¡todo es culpa de Ijichi-san! No sabe clasificar las maldiciones aún, por eso es que no íbamos preparados — me quejé
Ieiri y yo entramos al salón de clases, la temporada de invierno comenzaba y por ende, el número de maldiciones aumentaban, por lo que teníamos que prepararnos meticulosamente para poder enfrentarnos a cada una de ellas de forma eficiente. Hacerlo, directo al grano, sin perder tiempo ni energía en aquellas que simplemente no lo valían. Nos sentamos en nuestros lugares correspondientes, y Yaga-sensei comenzó la sesión.
— ¡Buenos días, Yaga-senseiii! Disculpe la demora — dijo aquel albino entrando descaradamente al salón de clases, acompañado de Geto. Él no era tan malo como el otro, pero al relacionarse con él dejaba mucho que desear.
— Que sea la última vez, Gojo-san. — dijo Yaga, sin energía suficiente, probablemente porque no quería discutir mucho con aquel estudiante.
Aquel tipo que se hacía llamar "hechicero" caminó entre los asientos hasta llegar a los suyos, que como era de esperarse, era el de hasta el fondo. Me dedicó una mirada, guiñándome el ojo poco después, apunté a mi boca abierta con mi dedo índice, indicándole el disgusto que me hacía sentir. La clase siguió, Yaga nos enseñaba distintas estrategias ideales para las maldiciones de cada categoría, así como quién debería enfrentarse a cuáles.
— Por el momento, los ideales para enfrentarse a un categoría especial, en caso de encontrarse con uno son...— Yaga-sensei hizo una leve pausa — ¿Si, Gojo-san? — dijo él
Miré hacia atrás, encontrándome con Gojo sentado incorrectamente, con el brazo totalmente estirado en el aire, sonriendo. Solté un pesado suspiro. Aquí vamos de nuevo, pensé,
— Yo sería el ideal para pelear con un categoría especial, ¿no es así? — dijo él, sonriendo descaradamente. Hizo contacto visual conmigo, como embarrándome en la cara sus habilidades. Bufé.
— Sí...— dijo Yaga-sensei entre dientes — Pero, para la buena fortuna de los demás, también contamos con Osaki-san y, en un futuro muy cercano, con Geto-san.
Hubo una leve pausa.
— Pero hasta que eso suceda, Gojo-san, Osaki-san. Tienen una misión. — soltó Yaga-sensei, mirándonos fijamente.
Un par de horas después, las clases terminaron, teníamos un par de minutos para despejar nuestras mentes, y prepararnos para el entrenamiento de esta tarde, que juzgando las palabras de Yaga-sensei, sería extremadamente exhaustivo. Ieiri no iría, la conocía a la perfección, y sabía que inventaría cualquier excusa para poder escaparse a beber alcohol con algún chico no-hechicero en Tokio.
— ¿Acaso está loco?! — dije mientras tomaba un pedazo de sushi con los palillos, furiosa — ¿Con GOJO?! No puedo, prefiero morir siendo alimento de espíritu maldito que ir en una misión con él— gruñí.
— No deberías decir eso en voz alta — respondió Nanami sentándose a mi lado —, el universo te escuchará. — sonrió levemente, solté un suave suspiro. — Creí que ya no fumarías, Shoko-chan — dijo él, tomando sus palillos entre sus dedos.
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déjame ir (gojo satoru x lectora)
FanfictionGojo Satoru y ______ Osaki, ambos estudiantes del Colegio Metropolitano de Magia de Tokio. Sus habilidades eran superiores a las de sus compañeros, pero, a pesar de sus similitudes, no se atrevían ni a compararse con el otro. Una historia donde el...