Era de madrugada, había intentado de absolutamente todo para despertar a Gojo y correrlo de mi habitación, pero no lo logré. Después de golpes, patadas, agua fría, me había rendido. Decidí revisar sus bolsillos y tomar la llave de su habitación, teníamos entrenamiento mañana temprano y no dormiría en el sofá por él. Subí las escaleras lentamente, buscando con la mirada la habitación de Gojo, buscando el mismo símbolo que se encontraba impreso en la llave. Un pequeño ojo. Al encontrar la habitación, coloqué la llave y entré. Su cuarto era completamente lo que esperaba. Estaba desordenado, había uniformes tirados, calcetas por todos lados, hojas, libros. Me agaché a recoger el primer libro que me topé, leí la portada, era un libro escrito a mano.
— Clanes de hechicería...— dije en voz baja, leyendo la portada.
Me acosté en la cama después de quitar el montón de playeras y pantalones. Comencé a leer. El libro trataba, como lo dice el nombre, sobre todos los clanes de hechicería en orden alfabético.
(...)
Horas pasaron y no podía bajar el libro, había leído sobre la familia Kamo, Zen'in, Inumaki, sobre ellos y sus maravillosas técnicas. Estaba a punto de dejar el libro en el buró cuando accidentalmente lo tiré, doblando un poco las páginas. Maldije en voz baja, levantándome por él, al girarlo para asegurarme de no haberlo arruinado por completo, sentí mi cuerpo congelarse.
— Letra "O"...Clan...—tragué saliva, sin creerlo — Clan Osaki.
Sentía mi corazón ser estrujado al leer eso.
— Técnica fantasma...— leí, entre lágrimas, observando como varios renglones estaban resaltados — Mi técnica. — susurré.
Dejé el libro de golpe. Cubrí mi rostro con mis manos. Esto era imposible, mamá y papá no eran hechiceros, no tenían energía maldita. Esto es falso, seguro es un clan completamente diferente con la misma técnica. Suspiré pesadamente, sintiendo mis manos temblar, tomé el libro de nuevo y me dirigí a mi habitación, sentía lágrimas caer sobre mis mejillas, a pesar del arduo esfuerzo que hacía para contenerlas. ¿Acaso era la única que no sabía qué significaba eso?
Abrí la puerta de mi habitación para encontrarme a Gojo sin camisa, cambiándose, se veía que apenas iba despertando. Sonrió arrogantemente, expresión que cambió en cuanto vio lo que tenía en la mano.
— ¿Qué es esto, Satoru? — dije entre dientes, acercándome amenazadoramente a él.
— Los clanes de hechicería. — dijo él, relajado.
Usando mi energía maldita, lo empujé hacia la pared, cuarteándola. Mis lágrimas salían a mares. Gojo se veía confundido, perdido. No se estaba defendiendo, no parecía saber qué ocurría.
— ¿Qué demonios sucede aquí?! — escuché la voz de Yaga abriendo fuertemente la puerta, observando cómo tenía acorralado contra la pared al famosísimo Gojo Satoru. — ¡Osaki, aléjate! — ordenó él.
Bajé la mirada y dejé ir a Gojo, quien aún se mantenía quieto, observándome. Me dirigí a Yaga, alcé el libro, poniéndolo frente su rostro.
— ¿Qué es esto? — dije, interrogándolo con la mirada. — ¿C-clan Osaki? ¿Pertenezco a un clan?! ¿Cuándo pensaban decírmelo?! — grité entre sollozos.
Todo esto era demasiado para procesar, toda mi vida...había crecido como una no-hechicero hasta los 9, donde descubrí que tenía energía maldita. Mi cabeza comenzó a dolerme, mis recuerdos se nublaban, como si todo hubiese sido un sueño.
— Gojo, llévala a mi oficina. — ordenó Yaga.
Sentí unos brazos levantarme, mi cabeza pulsaba fuertemente, por lo que no me opuse.
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déjame ir (gojo satoru x lectora)
أدب الهواةGojo Satoru y ______ Osaki, ambos estudiantes del Colegio Metropolitano de Magia de Tokio. Sus habilidades eran superiores a las de sus compañeros, pero, a pesar de sus similitudes, no se atrevían ni a compararse con el otro. Una historia donde el...