déjame ir (gojo satoru x lectora)

siete.

— ¿Y cómo te has lastimado boba? — dijo Shoko al día siguiente, utilizando su técnica de energía maldita inversa en mi estúpido y torpe tobillo. Giré la mirada hacia otro lado. 

— Me he tropezado entrenando. — dije seria, intentando sonar convincente. Ella entrecerró los ojos, mirándome de pies a cabeza, ladeando la cabeza. Mis nervios aumentaron pero no cedí. 

— Bueno...te creeré esta vez. — dijo ella, dándome una palmada en el tobillo, me exhalté un poco, pero reí rápidamente al darme cuenta de que aquel lugar que hace un par de minutos me dolía, ahora estaba como si nada. Me puse de pie y di un par de brincos, confirmando así el estado de mi tobillo. Suspiré aliviada, hoy tendríamos un entrenamiento especial, y no podía quedarme atrás por una tontería así. — ¿Estás lista para hoy? — dijo Ieiri, sacando un cigarrillo. 

— Sí, será pan comido. 

(...) 

Todos nos encontrábamos en el campo, quietos. Yaga nos miraba atentos, observándonos de pie a cabeza. Shoko y yo nos miramos intentando aguantar la risa. 

— Prepárense para...duelos. — dijo Yaga. Sonriendo maliciosamente. — Shoko y Gojo, serán un duo. Geto y Osaki, serán otro. 

— Oh no...— escuché a Nanami decir, quien se encontraba sentado en las gradas. Observando el entrenamiento junto con otros estudiantes de primer año. 

Después de escuchar las indicaciones, cada equipo tomó su distancia. Con un minuto para prepararnos, Geto no perdió ni un segundo. 

— Shoko te conoce, así que yo iré por ella. Tienes que ir por Gojo pero cuidado con su infinito...aún no puede activarlo por automático, pero tiene un control enorme sobre él. 

Había olvidado aquella técnica de Gojo, a pesar de que era la más poderosa. Definitivamente, como enemigo, era peligrosa. Era literalmente imposible tocarlo cuando lo activaba, pero no sería suficiente para ganar. 

—...lo ideal es intentar atacarle por ángulos no muy obvios, y de ser posible, hacer que te pierda de vista. A pesar de ser una técnica muy poderosa, consume mucha energía maldita, y digamos que últimamente se encuentra muy...distraído. — Geto dijo, yo arqueé una ceja, esperando a que diga más al respecto, pero no lo hizo. 

Le conté un poco sobre Shoko, quien debido a su baja motivación por convertirse una hechicera, probablemente no sería mucho problema para Geto, a fin de cuentas, era una futura doctora. Nos posicionamos en nuestras marcas, quedando a unos 10, 15 metros de nuestros oponentes. Gojo abrió sus piernas, poniendo sus manos sobre sus rodillas, estirándose de lado a lado. Shoko me saludó agitando la mano. Yo le correspondí con una sonrisa. No le tocaría un pelo a ella, quizá era poco profesional y muy bobo, pero me rehusaba a hacerle daño a ella. Al contrario, a Gojo...

— ¿Listos? ¡YA! — gritó Yaga desde su amado y útil megáfono, parado al lado de los alumnos de primer año, y de un par de sus muñecos malditos. 

Geto me dedicó una mirada asertiva antes de echarnos a correr, y como era nuestro plan, Geto corrió hacia Ieiri quien parecía venir por mí, al igual que Gojo, pero centré toda mi atención en él. Escuchaba los golpes y quejidos de Geto y Shoko cerca de mí, pero tenía a Gojo de frente y no podía perderle de vista. 
Ganaría el primer duo en tirar a los dos oponentes al mismo tiempo, es decir, en cuanto yo tire a Gojo, Geto debería tirar a Shoko. Si alguno se levantaba, el juego continuaría. 

— No eres tan lenta como creí, eh — dijo Gojo esquivando otro de mis golpes. Estaba comenzando a desesperarme. No importa qué tan rápida era, simplemente no podía lograrlo. — Nada mal para una antigua sin-energía-maldita. — dijo burlón.