Enero 4, 19:47.
Déjame ir.
Aquellas palabras retumbaban en cada rincón de mi cerebro, haciendo tanto ruido que lograron despertarme. Al intentar sacudir el dolor que inundaba mi cuerpo, giré a mi alrededor, intentando descifrar en qué situación me encontraba.
Y el panorama no era bueno. Geto se encontraba a pocos metros de mí, sus maldiciones inspeccionándome cuidadosamente. Cuando me moví, una de ellas lo alertó, llamando su atención.
— Oh, por fin despiertas. Justo a tiempo. — dijo él apretando mi rostro entre sus dedos, haciéndome daño. Me agité bruscamente, librándome de su agresivo agarre. — Si te soy perfectamente honesto, no confiaría en tu novio eh, dudo mucho que venga a rescatarte. Quizá debí haberle mandado un mensaje más...directo.
— ¿Q-qué has hecho? — dije sacando las palabras con trabajo, sintiendo un dolor punzante en mi garganto, y pecho.
— Oh, lo leeré para tí — dijo tosiendo, aclarando su garganta mientras observaba mi celular — Gojo, ha habido un ataque en la escuela, pero no te preocupes, Megumi y yo estamos a salvo. Mucho amor, ________.
Reí cuando terminó de recitar el mensaje, él me miró extrañada. Si su plan era retrasar a Gojo, lo había arruinado todo con una sola palabra.
— ¿Qué te parece tan gracioso? — dijo él, mirándome molesto.
— ¿Crees que llamaría a mi novio de más de un año por su apellido? — dije alzando una ceja, sonando sarcástica — Si tu plan era apurarlo, felicidades, lo has logrado.
Y efectivamente, pocos segundos después de pronunciar aquellas palabras, la pantalla de Geto poco a poco comenzó a disolverse ante nosotros. Observé el nerviosismo del pelinegro aumentar discretamente. Sonreí de lado, aún intentando librar mis manos de la cuerda maldita que las ataba juntas, sin energía maldita sería difícil, y definitivamente no quería llamar su atención en este instante. Mi alma volvió a mi cuerpo al saber que Satoru estaba cerca, la pantalla había desaparecido casi por completo. Solté una leve risita.
— Te tardaste, idiota...— dije en voz baja. Riendo.
Las maldiciones de Geto comenzaron a estremecerse, él alzó una mano, calmándolas por completo. Me dedicó una amenazante mirada, para después sonreír.
— Encuentren a Fushiguro. — ordenó, más de tres maldiciones de considerable tamaño desaparecieron, comenzando la búsqueda de Megumi.
Me estremecí, aún incapaz de liberarme de aquella estúpida atadura, si iba a usar energía maldita, debía ser en el momento ideal para no llamar su atención, al hacerlo, entraría en absoluta desventaja.
— Cumpliré mi promesa de asesinar al niño primero, y frente a tus propios ojos...— dijo él, caminando hacia mí, acariciando mi cara. Le escupí encima, ganándome un fuerte puñetazo. Caí de lado al suelo, mi boca se llenó con sabor a sangre, al toser, aquel líquido carmesí salió disparado. — Oh, _______, tan bella, tan fuerte, pero a la vez tan, pero tan tonta. — dije escupiendo las palabras. — Lo sabía...el amor te va a matar. — dijo acercando su rostro al mío peligrosamente, sentía su aliento cruzarse con el mío, nuestras mirabas se cruzaron.
En sus ojos ví mi destino, y en ese momento supe que no había vuelta atrás.
— Vaya...Mi mejor amigo y mi chica, ¿que no hay algún código que indica lo mal que está eso, Geto? — dijo Satoru apareciendo de la nada, me dedicó una rápida mirada. Yo la evadí por completo. No quería que me viera así, tan inútil, tan herida. Tan mal. — Déjala ir.
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déjame ir (gojo satoru x lectora)
FanfictionGojo Satoru y ______ Osaki, ambos estudiantes del Colegio Metropolitano de Magia de Tokio. Sus habilidades eran superiores a las de sus compañeros, pero, a pesar de sus similitudes, no se atrevían ni a compararse con el otro. Una historia donde el...