Parte 26 Pre cumpleaños

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Me dispuse a conducir mi auto sin dirección alguna, tenía Alma metida en mi cabeza.

Quería verla nuevamente

Y aunque sabía que iría por ella dentro en un par de horas.

¿Tan embrujado me tiene?

Pienso en marcarle pero seguramente ha de estar ocupada. Pensando en lo que hemos hecho una sonrisa me aborda de manera automática, esa chiquilla me tiene enloquecido.

No sé en qué momento las horas pasaron tan rápido que, para cuando he reaccionado estoy frente a la boutique nuevamente. Bajo del auto y me dirijo al interior, allí veo a la adolescente que me encanta en todos los sentidos, note también como unas mujeres estaban allí quienes al verme entrar se sonrojaron y empezaron a cuchichear. Alma me dedica una suave sonrisa mientras me aproximo a ella.

No puedo evitar regresar el gesto con una fina sonrisa de mis labios, me sentía como el león detrás de su presa.

Ella está allí quieta, cuando estoy frente a ella deposito mis labios cerca de la comisura de los suyos.

Ella se sonroja

Ojeo rápidamente y de forma descuidada a las personas presentes mientras trato de restarle importancia, me hago a un lado para que Alma continúe atendiendo a los clientes.

Opto por caminar y me detengo cuando mi vista se ha fijado en una blusa, la observo es de encaje, su tela es fina, su color es rosa pálido. Pienso en cómo se vería en el cuerpo de Alma, el contraste con su tez blanca seria espectacular...

Siento los pasos de Alma hacia mí, hasta que se posiciona a mi lado.

-¿Qué miras?-pregunta mientras su brazo rosa con el mío.

-algo con lo cual te verás muy bien...-camino a tomar la blusa entre mis manos mientras ella me observa con asombro - ve a medírtela- ordeno.

-no creo que sea correcto, quizás a Elliz no le agrade la idea de...- le interrumpo inmediatamente

-seré yo quien la comprará no pasará nada.-comunico de manera firme mientras ella se niega a aceptar la blusa.

-no-niega con su cabeza, alzo mi ceja ¿me está diciendo que no?- si te gusta para mí, puedo decirle a Elliz que la descuente de mi salario.- trato de procesar lo que acaba de decir, suelto una carcajada. Mi pequeña...

Ella me mira sin entender el motivo de mi risa

-preciosa, seré yo quien llevara tu "salario" así que por eso no te preocupes. No voy a descontar nada y por supuesto ganaras más de lo que esperabas; no estoy dispuesto a darte menos por lo que harás aquí.- hago una pausa - de hecho, te daré lo suficiente para que compres todo lo que necesites y desees.- comunico mientras resto importancia, ella me mira con expresión incrédula.

¿Dije algo malo?

-no...-susurra con tono de voz bajo, la miro fijamente mientras ella continua hablando- no quiero que eso sea así, no quiero malos entendidos, Mathias. Quiero ser digna de tener mi propio dinero con mi esfuerzo.-desvía la mirada- no quiero parecer que estoy contigo por dinero o una necesitada.

Su respuesta me sorprende y me genera una sensación desconocida.

-mi pequeña- digo - no tomes a mal mi comentario, Alma. Simplemente quiero darte lo mejor, quiero que tengas lo mejor y que no te falte nada. Absolutamente nada.-hago énfasis en la palabra- quiero darte todo lo que está en mi alcance, Alma. Eres mía, mi mujer...-quiero que entienda y le quede claro que puedo permitirme darle lo que desee.- como tal mereces todo.

Menor Que YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora