Los labios se ella se mueven sobre los míos, la sensación que me genera me hace sentir reconfortado. Segundos más tardes, el suave calor que ejerce sobre mis labios desaparece; ella se ha retirado de mí. Me mira fijamente. Sus mejillas se han teñido.
Recuerdo entonces lo que me ha dicho hace unos segundos. Pero necesito que me rectifique.
-¿solo mía?- pregunto tratando de que su respuestas sea la que tengo en mi mente.
-si – dice, algo en mi interior se enciende. Ella continua mirándome de manera fija, sus ojos están brillantes y puedo notar un leve toque de deseo en ella. ¿me deseas Alma? Quise preguntarle pero no logro articular palabra alguna. Intensifico mi agarre sobre su cintura ojeándola esta vez. Ese vestido le queda bien... muy bien... ajustado a su pecho y su cintura con los pliegues suelto. Siento como mi interior palpita.
-que bien te vez.- mi vista la recorre de forma rápida antes de devorar sus labios otra vez, intensifico el beso ella gustosa me corresponde sin dudarlo ambos caminamos un poco de momento a otro ella se detiene me separo cautelosamente ha tropezado con el sofá de la salsa de estar. . El deseo de tenerla, las ganas de poseerla se están apoderando de mí. ¿Será este el momento?... siento que he esperado mucho, siento que no puedo más...retiro mis manos de su cintura mientras dirijo mi vista rápidamente hacia la habitación y luego la poso sobre ella. Dudoso, extiendo mi mano invitándola a tomarla tratando de que capte mi seña.
La deseo...
La deseo y mucho.
Ella mira mi gesto, su mirada esta fija en mi mano extendida, sus ojos se fijan sobre los míos por un momento pienso que me va rechazar pero luego su mano se junta con la mía mientras ella se acerca mí, devoro sus labios nuevamente con ímpetu, me gusta como sabe es tan dulce... ejerzo presión sobre su cintura con mis manos y la elevo en el mismo impulso a rodeado mi cintura con sus piernas. Mi parte intima esta erecta, sé que ella puede sentirlo.
La necesito...
Necesito que sea mía...
Me dirijo hacia su habitación, unos segundos después dentro del dormitorio dejo que su cuerpo caiga sobre la amplia cama mientras estoy posicionado encima de ella sin dejar de besarla un segundo aumentando cada instante el deseo que siento por ella, solo por ella. Acaricio suavemente su pierna desnuda de ropa, ventaja de que lleve un vestido en estos momentos. Su piel es suave, muy suave ante mi tacto y eso me gusta.
Mi cuerpo quema por dentro, siento un calor recorrer cada parte de mí. Los besos de Alma generan una sensación exquisita que quiero probar y deleitar cada día. Mientras mi mano pasea por su pierna siento como se tensa ante mi tacto. Sé que está nerviosa, sé que quizás muchas cosas pasan por su mente por el simple hecho de que será la primera vez que este con ella.
Esta niña me hace sentir en una ensoñación...me retiro levemente de ella para mirarnos fijamente, sus ojos brillan, puedo notar en ellos el mismo deseo que deben expresar los míos.
Cada minuto a su lado es como si estuviese sumido en un sueño lleno de fantasías. Pero a comparación, de que quizás para otros esta fantasía no fuese apropiada para mi si lo es.
-Alma...cada minuto contigo es un sueño.- confieso, sus ojos brillan intensamente se acerca mi apoderándose de mis labios, trata de trasmitirme algo y yo muy en el fondo se lo que es. Esta tan dispuesta como yo a que esto suceda. No dejo de besarla, mis manos viaja hacia su vestido bajándolo lentamente despojándola de su ropa. Dejo un lado sus labios, bajo directamente a su cuello donde me encargo de esparcir besos húmedos, saboreo su piel. Es tan exquisita...
Leves gemidos escapan de su boca haciendo que el amigo de mi entrepierna palpita. ¡Joder! Me tiene sumamente excitado. Sus manos se adueñan de mi cabello ejerciendo presión allí. Decido dar otro paso, mis manos viajan hacia su espalda mientras ella se arquea dándome acceso para retirar la tediosa prenda que cubre su pecho, bajo hasta el inicio de sus senos deleitándome con ellos unos minutos. No puedo evitar tragar grueso.
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Menor Que Yo
Teen FictionAclaratoria: Primera perspectiva "Mayor que Yo". Muchas veces realizamos nuestras vidas con la persona que creemos es la "correcta" para nosotros, nos sentimos bien con ella o él así que decidimos forjar un futuro, de allí en adelante surge la mono...