Parte 35 Temor

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Estuvimos abrazados un buen rato, Alma había dejado de llorar se encontraba en una especie de trance aferrada a mi sin soltarme y la verdad tampoco quería que lo hiciera la sensación de tenerla junto a mí, apegada a mi pecho era demasiado satisfactoria y placentera. Extrañaba tanto esto, su olor, su aroma...

Ella se aparta de mí, lo cual me genera desconcierto. Se me queda mirando fijamente para luego besar mis labios de una forma tan suave y sutil que erizo mi piel.

-pensé que no podría hacer eso de nuevo...-me confiesa. No puedo evitar sonreírle.

-no seas tonta, pequeña. Yo iría por ti contra todo- coloco mi mano sobre su mejilla esparciendo suaves caricias. - no me importa el riesgo. -confieso siendo sincero.

-gracias por estar a mi lado...-me dice

-lo estaré siempre que tú me lo permitas, pequeña- susurro para abrazarla nuevamente.

*-*

Los días empezaron a transcurrir con normalidad si así lo puedo llamar, tuve que regresar a la oficina para ocuparme de mis asuntos, de los 7 días de la semana visitaba a Alma 6, técnicamente estaba metido mas con ella en su departamento que en mi propia casa lo que, en su consecuencia generaba que Elliz estallara de vez en cuando debido a sus ideas.

Claro esta, ella estaba en razón de actuar así debido a que desde el secuestro de Alma genere un apego sobreprotector con ella que era algo notable y evidente, se que debo ser más cuidadoso, pero es algo que no puedo evitar por más que pueda.

Hoy, era un día estresante e importante para Alma debía identificar a quienes la secuestraron es por esa razón que estamos en la estación de policía, yo me encuentro a su lado izquierdo mientras que su madre esta a su lado derecho, ambos estamos aquí para brindarle apoyo, yo se que es un momento fuerte para ella.

El oficial se gira para mirarla fijamente

- ¿lista?- ella solo asiente mostrando nerviosismo en su mirada- que pasen-anuncia el oficial a través de una bocina que estaba en una mesa de control cerca de él 5 tipos empezaron a salir para formarse frente a nosotros, ellos no podían vernos pero nosotros si con mucha claridad, estos tenían un cartel en sus manos representando un numero mi concentración esta fijo en ellos particularmente en el numero 3 y 5 quienes conocí de inmediato.

Ellos... ellos habían secuestrado a mi pequeña.

En un momento dado Alma toma mi mano ejerciendo presión en ella, su mano estaba sudada y temblaba.

La miro levemente parecía como si ella estuviera vendo a dos fantasmas o peor aun dos monstruos... que literalmente para ella lo eran. Estaba pálida, su mano seguía fría pensé que en cualquier momento ella podría desmayarse lo cual me alerto.

-¿Alma?- la llamo suavemente tratando de captar su atención, su mirada se había perdido unos instantes. Ella me mira, sus ojos tienen lagrimas a punto de salir

-¿puede identificar a sus raptores?- el oficial es quien le habla ahora intentado sacarla de su trance. Ella asiente- identifíquelos con el numero- ella duda unos segundos en responder y niego con mi cabeza mientras siento las lágrimas caer de a poco, ella tiene miedo lo sé- señorita, ellos no pueden vernos- le explica el policía tratando de animarla y hacer que se sienta segura.

-está bien, princesa- le digo con suavidad - adelante. - le ánimo, sus ojos se fijan en los míos y trato de transmitirle la mayor seguridad que puedo, quiero que sienta y vea que todo estará bien, que ya el peligro no existe.

-el...el tres y cinco...-susurra. El policía habla de nuevo por la bocina y los dos sujetos dan un paso al frente. El policía le pide que rectifique, pregunta si está segura. -si...son...son ellos. -afirma ella, se que no miente se que son ellos yo mismo los he reconocido también.. El policía pide que el resto salga y solo ellos dos se quedan, tienen una sonrisa en su rostro y a pesar de saber que serán sentenciados no a años de prisión no eliminan su maldita sonrisa sádica.

Menor Que YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora