Parte 34 Calma

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Despierto primero que Alma, la luz del sol alumbra la amplia habitación me le quedo viendo de forma fija sin siquiera darme cuenta de si han pasado minutos u horas; estiro mi cuerpo mientras chequeo la hora en el reloj de mi teléfono.

-valla...-murmuro al notar que son las 8:00 am. Escucho un toque proveniente de la puerta, me giro para ver que es la madre de Alma.

Ella al verme se le nota el desconcierto, pero luego observa a Alma quien yace plácidamente dormida, su respiración es suave y pausada.

-esta dormida...-susurra para no despertarla, da pasos silenciosos y lentos hacia ella noto como de pronto comienza a acariciar su cabello- por fin estás conmigo, mi princesa-dice y su voz está a punto de quebrarse. - ¿la ha visto el doctor? - me pregunta mientras continua con la acción de acariciar el cabello de su hija.

Asiento

-le han dado un sedante para que duerma por unas horas-le digo- seguramente ha de despertar dentro de poco- informo- ella está bien, Señora. - le reconforto.

-lo sé, gracias a usted- agradece sonriendo suavemente, su esposa esta afuera junto con su hijo- me dice, asiento mientras le doy un rápido vistazo a Alma para luego salir de la habitación; no pasan más de 10 minutos cuando la mama de Alma sale también, en la sala de espera están Elliz y David al verme ambos me saludan.

- ¿Cómo esta ella? - es lo primero que me dice mi hijo-

-le colocaron un sedante para que lograra dormir. - mi hijo suspira aliviado se le ve la preocupación en su rostro- ella está bien- le digo para animarlo mientras toco su hombro tratando de reconfortarlo. Elliz por otro lado no dice nada, solo esta callada atenta a cualquier palabra que diga.

La madre de Ama de pronto está dentro de la habitación y dado su tono alegre anexado a su grito nos dimos cuenta de que había despertado, David camina a la habitación rápidamente dejándome a solas con su madre.

- ¿pasaste la noche aquí? - su tono de voz no me agrada.

-Si. ¿Dónde más? ¿debería estar en otro sitio? - cuestiono.

Ella niega con su cabeza y deja escapar una risa irónica.

-eres increíble-su sarcasmo es evidente, esta enojada. Lo cual me importa muy poco en estos momentos, David esta dentro de la habitación con Alma y su madre; les sigo el paso mientras Elliz sigue detrás de mí.

Elliz se acerca a Alma mientras deposita un beso en su mejilla.

-no sabes cuanto me alegra verte despierta- expresa Elliz con amabilidad, lo cual me hace dudar de su personalidad tan cambiante.

-gracias- susurra mi pequeña dedicándole una sonrisa

- te he traído desayuno, algo ligero para que puedas comerlo. Sé que no debes comer nada pesado- trato de acercarme para ver lo que tiene en sus manos no dudo en preguntarme ¿en qué momento tenía esa bandeja con comida en sus manos? Mi hijo toma la comida para dársela a Alma.

-yo puedo...-es lo que dice ella para luego recibir ayuda de su madre y disponerse a comer. Cuando ya ha terminado se nos queda viendo fijamente a todos.

Seguramente tantas cosas pasan por su mente, así como en la mía también.

Necesito saber con urgencia quien demonios organizo todo esto, porque estoy seguro de que existe alguna razón. Ver a Alma en esa situación, recordar lo que sucedió y verla en este estado me hizo sentir vulnerable lo cual odio.

-¿puedes llevarme al baño? - pregunta mi princesa a su madre quien asiente. Ella asiente, ayuda a Alma, pero en un segundo ella se desvanece, me acerco lo más rápido que puedo cosa que hicieron los demás al mismo tiempo. Elliz la ayuda también.

Menor Que YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora