Suelto el frasco de sopetón, logrando que se estrelle contra el piso y ruede hasta sumergirse en la piscina.
James lo observa caer, estupefacto.
—¡No! ¿Por qué cojones has hecho eso? —espeta, tomándome por los brazos como si quisiera agitarme—. ¡No entiendes toda la mierda que tengo que hacer para conseguirlo! ¡Era la última reserva que tenía, joder!
Boquiabierta, lo miro.
Más enojado que yo no puede estar.
—¡¿Cómo conseguiste esa cosa?!
—¡No sabes lo que acabas de hacer! ¡Me has jodido!
El corazón me golpea el pecho con agite, repartiendo la suficiente adrenalina como para estamparle un puñetazo en la cara.
—¿James, de dónde la sacaste?
—¡Tu padre me la dio, ¿ya estás feliz?!
¡BAM!
Es ese instante, ese preciso instante que dura tan solo unos segundos pero que... ¡guao!... es como si se rompiera algo en el mundo que te rodea, como que tu mente hace clic y no sientes nada; sólo te quedas divagando.
¿Qué cosa dijo?
—¿Qué? —espeto, histérica, sintiendo cómo la vida me da otra bofetada—. ¡¿Estás loco?! ¿Por qué demonios aceptaste una cosa así? ¿A cambio de qué te la dio? ¡Respóndeme!
—¿Esta es la estúpida parte donde tengo que contarte toda la historia y bla, bla, bla? —. Voltea los ojos, mientras sus manos me aprisionan con fuerza—. Vamos, Katherine, pensé que serías más inteligente.
—¡Habla!
—«Genial», y ahí se va el acuerdo directo a la basura. «Gracias, has hecho de este el mejor día de mi vida».
—¡Deja de dar tantas vueltas!
—¡Hiram se apareció un día en mi casa y me mostró la droga! ¡Que voy a saber yo de dónde mierdas la sacó! —masculla antes de que abra la boca para preguntarle—. Me dijo que era una sustancia exclusiva, única en su naturaleza. Me aseguró que cambiaría mi vida, ya sabes, todo el cuento y... la curiosidad mató al gato, así que la acepté. Me dijo que podía proveerme de varios frascos, cuantos quisiera a cambio de una condición.
—¿Qué?
—¿Por qué todas las chicas se hacen las sordas siempre? —se pregunta, volviendo a poner los ojos.
—¡¿Qué condición?!
—¿Pero es que acaso no piensas? —. Se toma un segundo para evaluarme con superioridad—. Te hice mi novia, ¿no crees ya que eso es suficiente explicación?
—¿¡Perdón!?
—Si yo te buscaba, cosa que no haría desinteresadamente jamás, y empezaba una relación contigo, entonces tendría mi droga. Él me aseguró que no sería por mucho tiempo, unos meses nada más. Pan comido.
Lo que me faltaba.
Aunque todo se arremoline a mi alrededor creo que mi cabeza ya no podría siquiera explotar, sólo es como si todo encajara de repente. A pesar de que eso no lo hace menos molesto.
Cierro mis puños con fuerza, aguantando la presión de tirarlo a la piscina y ahogarlo.
Respiro hondo una y otra vez.
—Necesito más droga —me exige, endureciendo su agarre—. Desde que dejaste de salir conmigo y me alejaste, Hiram no me ha traído más. ¡Necesito que me la traigas tú!
![](https://img.wattpad.com/cover/266483019-288-k931431.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Custodio© [¡Completa!]
Genç KurguDios no crea cuerpos, Él crea almas. Y una de ellas es Katherine Wells: una chica de dieciocho años que vive en California con su madrastra Ann y con Hiram, su padre, un hombre agresivo que la crio a punta de golpes, sospechoso por venta ilícita de...