La Propuesta

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Dos semanas transcurrieron desde aquel incidente, dos semanas en las que los aurores ingleses prefirieron tomar cierta distancia de los estadounidenses desde que el caso de McBride quedara en total impunidad. Edward le explicó al Presidente de Magia que, de haber sabido del juramento inquebrantable, jamás le habría dado veritaserum a, quizás, la única pista que habían encontrado en semanas. Steven lo comprendió, sin embargo, le advirtió que la próxima vez no se cegara por sus impulsos de obtener información, sino que actuara racionalmente, como debía serlo un jefe de aurores. Y esa, fue la única reprimenda que recibió Smith, ni más, ni menos. Los ingleses esperaban más autoridad, algún protocolo a seguir ante la muerte de un joven, sobretodo Percy... pero al parecer, las cosas en las tierras americanas eran diferentes, y decidieron no darle más vueltas al asunto.

El único pequeño -para algunos- y gran cambio -para cierto pelirrojo- era la presencia de la asistente, Audrey. Steven la designó con el único fin de que ella representara, de alguna manera, la imagen de él en el grupo, la imagen del Presidente de Magia,  y de esa manera, asegurarse de que no habría otro caso McBride.

La siguiente parada fue en Savannah, Georgia. Edward aseguró que ese sería el sitio donde los mortífagos podrían esconderse, por el simple hecho de que Savannah era una de las ciudades más antiguas y, de alguna manera, eso establecía alguna conexión con la comunidad mágica y sobretodo, con sus ancestros. Se internaron en diferentes bosques a lo largo de todo el estado, incluso hicieron pequeños grupos para cubrir más perímetro por todo Georgia, porque según Edward, era seguro que estarían fuera de la civilización, pero nada de eso dio resultado, ese estado estaba completamente limpio. Tampoco importó si los ingleses estuvieran en desacuerdo en los sitios que buscaban, ni siquiera importaba la palabra de Harry, que varios creían que por ser él quien acabó con Voldemort, tendría cierto favoritismo, pero ese no era el caso. 
El mes de marzo había llegado hace un par de días y todos estaban muy exhaustos, sobretodo Audrey. Ella no habituaba estar fuera de la oficina y mucho menos en los bosques moviéndose de un lado a otro, corriendo un poco de peligro por si se aparecía alguien a atacarlos y comiendo de esa manera tan escasa, pero la compañía del muchacho Percival Weasley la alentaba bastante. Cuando estaba libre le gustaba pasar tiempo con él hablando de diferentes cosas significativas para ambos y siempre le demostraba en más de una ocasión lo ordenado, inteligente y perfecto que parecía ser en su trabajo. Ella sabía que estar hablando con aquel joven inglés dificultaba un poco su vida personal, ya que su padre estaba empeñado en casarla con Brian porque aseguraba que era un hombre confiable, fuerte y en una buena posición económica debido a que sus padres eran dueños de uno de los estadios de Quidditch más grandes de los Estados Unidos. Sin embargo, ese hombre no le gustaba para nada, porque en más de una oportunidad quedaba demostrado que era bastante torpe e inseguro, sin contar la diferencia de edad que había entre ambos, pero si su padre seguía con esa idea, no tenía otra alternativa más que rendirse. Agradecía eternamente a su abuelo, Steven Growney, que siempre se oponía a las necias ideas de su progenitor, pero esta vez parecía imposible. Desde la muerte de su madre todo le parecía imposible.

Las semanas que se suponía que atraparían medio centenar de mortífagos, se habían convertido en una especie de paseo por los diferentes estados, sin nada que reportar, ni nada que descubrir. Estaban caminando en círculos, sin pistas, sin señales, y por fortuna, sin ningún evento fuera de lo normal. El único ápice que tenían, llamado Chandler, aún era material de investigación en el Departamento de Aurores. Con sabor amargo, el escuadrón nueve terminó por abandonar las tierras americanas, y Steven Growney los despidió con nostalgia, porque él creía fervientemente en que Harry Potter, el niño que vivió, podía solucionar el manto oscuro que se estaba formando en Estados Unidos.   

Harry Potter Después de la Guerra (Vol. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora