Caminos Separados

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―6―


A gran velocidad se aproximaba el cumpleaños de Harry, y Molly, consciente de ello, comenzó con anticipación los preparativos. Faltaban específicamente tres días y quería que todo saliera bien, ella buscaba cualquier cosa para distraerse y no pensar demasiado. Invitarían solo a los amigos más cercanos como Neville, Luna, Hagrid, Dromeda con Teddy y a Bill y Fleur.

Por otro lado, Percy se encontraba demasiado ocupado con la mudanza, pues otra vez había rentado un departamento cercano al Ministerio y su ausencia golpeó nuevamente a su madre, aunque esta vez lo comprendía, ya que las situaciones no eran las mismas a comparación de la primera vez que se marchó.

Estaban terminando de almorzar, cuando llegó el señor Weasley muy cansado, pero a pesar de eso, trataba de mantener una pequeña sonrisa en sus labios. De a poco, el hombre se recuperaba de la irremediable pérdida, a diferencia de Molly. Su esposa trataba de mantenerse ocupada para no pensar, pero ver a George todos los días le dificultaba su tarea. La señora Weasley sabía que el día de su esposo en el trabajo había sido atareado como los otros, pero a diferencia de éstos, esperaba a que llegara más temprano.

—Hola querido, —Le saludó mientras salía a su encuentro con los brazos abiertos. — ¿Cómo te fue hoy? ¿Por qué tardaste tanto? — Se besaron.

—Estábamos tomando algunas decisiones en el Ministerio Molly, y ¿adivinen qué? — Dijo muy sonriente mirando a los chicos. — ¡Kingsley Shacklebolt ha sido nombrado el nuevo Ministro de Magia! ¿Qué les parece?

— ¡Eso es muy bueno! Me alegro mucho por él. — Dijo Harry.

—Sí, por fin alguien con los pantalones adecuados para ocupar ese puesto ¿o no, papá? — Comentó Ron.

—Sí, por supuesto que sí hijo. ¡Todos estamos muy contentos! En mi departamento había rumores de que sería el próximo, ¡y estábamos en lo cierto! Se los dije o no, ¿eh?

Al terminar la comida, Molly mandó a Ron y a Harry a desgnomizar el jardín, mientras que Ginny debía ayudarla con los apetitivos para la fiesta. Al día siguiente llegó Hermione, a quien también Molly le asignó algunas tareas para tener todo lo antes posible.

Era un hermoso último día del mes de julio de 1998. Harry comenzaba a abrir los ojos perezosamente cuando sintió que alguien lo estaba golpeando. Eran sus amigos despertándolo, Ginny se tiró encima llenándolo de besos, mientras que Ron y Hermione no paraban de reír viendo cómo le había quedado el cabello por culpa de la pelirroja.

—¡Feliz cumpleaños Harry! —Gritaron al unísono los tres.

— ¡Gracias chicos!

—Ven Harry, no te tardes. — Lo apresuró su novia.

El chico se cambió y cuando bajó lo saludaron muy alegremente los señores Weasley junto con George. Le entregaron sus regalos: Ginny le regaló unos artículos de Quidditch, Hermione un libro con las mejores jugadas de Quidditch, Ron un tablero de ajedrez mágico con algo especial de la tienda de Sortilegios al igual que George.

Llegó el atardecer y comenzaron a aparecer sus amigos. Para sorpresa de todos, exceptuando a Ginny, Luna y Neville llegaron tomados de la mano. Hicieron una pequeña festividad, en donde todos hablaban animadamente, incluyendo a George, que estaba un poco mejor que antes. El patio estaba todo decorado con varios artículos de la tienda de George, lo que hizo que los invitados se divirtieran muchísimo. Habían juntado tres mesas, las cuales formaban una más larga, bajo una especie de carpa. El mantel estaba decorado con bordados de un partido de Quidditch, las escobas con sus jugadores subían y bajaban a lo largo del mismo, haciendo grandes partidas. Todos los amigos de los chicos se enteraron de las nuevas parejas formadas y les demostraron gran alegría y entusiasmo. En un momento de la cena, Luna se acercó a Harry.

Harry Potter Después de la Guerra (Vol. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora