―4―
Ya era de noche. Los mortífagos estaban alejados a varios metros de la carpa, pero dentro del perímetro de encantamientos de protección que la castaña había hecho. Ésta se encontraba dentro y trataba de repararle el brazo a su novio.
― ¡Episkey!
― ¡AY! ― Se quejó, cuyo brazo seguía roto.
― ¡Lo siento! Creí que iba a funcionar, pero... ― Decía mientras lo examinaba. ―, ha mejorado un poco, ¿no crees?
―Sí, gracias Herms, pero es todo por hoy ¿sí? ― Pidió con franqueza. ― Me duele mucho.
―Está bien. ― Aceptó no muy convencida. Él la besó. ― ¿Qué haremos con los mortífagos?
―Pueden ser útiles. ― Confesó esbozando una sonrisa mezclada con dolor.
― ¿Cómo? ― Preguntó desconcertada. ― ¿A qué te refieres?
―Pues... podrías... implantarles otra realidad como has hecho con tus padres. -Hermione lo miró con el entrecejo fruncido, creyendo que aquello era una pésima idea. Ron, continuó contando su ida con más emoción. ―En los libros que leíste, dicen que cualquiera puede hacer el contrahechizo.
―Sí, cualquier GRAN mago o bruja. ― Recalcó.
― ¡Y tú lo eres! -Dijo sonriendo, hablando apresuradamente antes que ella. -El punto es, que se me ocurrió que antes de entregarlos... ―Miró suplicante. ― podrías practicar con ellos... intentar levantar el conjuro.
La chica abrió los ojos como platos y, cruzándose de brazos, exclamó:
― ¿¡Estás loco!? ¡De ninguna manera!
― ¡Hermione! ¿Quieres que tus padres te reconozcan sí o no?
― ¡Sí! ¡Pero esta no es la forma!
La castaña comenzó a molestarse cada vez más. Lo que proponía su novio era completamente una locura e iba en contra de sus principios.
―Entonces dime otra forma. ¡Sabes que estos malditos querían matarnos!
― ¡Lo sé! ¡Pero son personas! ¡No puedo jugar con su memoria como se me dé la gana! ―Le reprochó.
― ¡No vas a jugar! ― Contradijo el chico. ― Tratarás de hacerles lo mismo que quieres hacerles a tus padres, pero antes lo harás con ellos. O dime, ¿A caso vas a probarlo con tus padres primero? ¿Y si algo sale mal?
― Ron no me perturbes más de lo que ya estoy. Sé que puede salir mal, pero no por eso deben pagarlo estos hombres, es decir... sus actos serán juzgados y condenados a Azkaban.
Ron rodó los ojos.
― ¿Hombres dices? Tus padres son buenos, no se merecerían algo malo. En cambio, estas personas, -dijo con asco. -si se les puede decir así, nos habrían matado minutos antes y lo sabes.
―Sí, pero no es excusa. ― Refunfuñó.
―No se trata de dar excusas Hermione. ―Gritó fuera de sí. ― ¿A caso crees que se arrepentirían si nos hubiesen entregado a Voldemort? ¡No! ¡Claro que no! ¡Ellos pudieron haber matado a Fred y no tendrían ningún remordimiento!
―Ron... cálmate. ― Pidió mirándolo a los ojos. Él obedeció.
―No vas a jugar con ellos, te lo aseguro. ― Habló tras varios minutos de silencio. ―Tratarás de hacerles lo mismo que vas a hacer con tus padres, nada más que eso.
― ¿Y si saliera mal? ―Preguntó preocupada. ―No quiero causar daños colaterales.
― ¿¡Y ellos a cuántas familias destrozaron!? ¡Innumerables! -Al verla, intentó calmarse, sabía que nuevamente se estaba exaltando. -Sé a lo que te refieres. Sé que a pesar de todo son personas, que no deberían estar como conejillo de indas, pero es por una buena causa. A demás, ¿qué tan mal podría salir? -Dijo acariciándole la mejilla, intentando que sus palabras fueran suficientes para convencerla. -Eres excelente, lo sé y tú lo sabes. A lo sumo pasarán unas vacaciones en San Mungo, y créeme cuando te digo que estarías haciéndoles un favor de ir allí antes de ser encarcelados en Azkaban.
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Harry Potter Después de la Guerra (Vol. 1)
Fanfiction¿Te has preguntado qué pasó con el trío de oro desde que terminó la batalla? ¿Cómo fue que Harry y Ron se convirtieron en aurores? ¿Volvió la ansiada paz al mundo mágico? ¿Cómo fue que la familia Weasley comenzó a crecer? Te invito a conocer cada d...