Olvido

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―15―

Al salir de la habitación, Hermione vio a Harry conversando junto a otro joven, era más alto que él -debía ser tan alto como Ron-, de cabello castaño claro y una leve barba asomaba en su rostro. Al acercarse, el joven la saludó.

—Hola, soy Joseph. Joseph Clayton, compañero y amigo de Ron. —Se presentó mientras le estrechaba la mano amistosamente.

—Hola, soy Hermione Granger. Soy...

—La novia de Ron, ¿cierto? —Completó Joseph. — Él nos ha hablado mucho de ti. —La chica ante esa confesión se sonrojó un poco y el muchacho continuó. —He venido a ver cómo está, pero creo que debo esperar.

— ¿Fuiste a ver a Emily? —Le preguntó Harry.

—Sí, está en la tercera habitación, doblando el pasillo. Dijeron que mañana le dan el alta, sólo tiene un par de golpes... —Comentó nervioso. —por el entrenamiento, ya sabes. —Le aclaró rápidamente a Hermione.

—Sí, claro. —Hermione sabía que aquello no era verdad, pero eran órdenes del jefe y estaba bien que las respetara, lo entendía.

Luego de que saliera Ginny, Joseph entró en la habitación y unos minutos después, los miembros de la familia Weasley bajaron a visitar a Fleur. Otra vez, eran golpeados por la vida, volvían a vivir una vez más dos situaciones dolorosas, pero los años y las pérdidas irreparables los habían hecho una familia completamente fuerte. Unas horas más tarde, la francesa tuvo su alta médico y junto a sus padres y su marido, volvieron a El Refugio y los Weasley se fueron a la Madriguera a insistencias de Molly, quedándose en la cuarta planta para cuidar de su hijo, junto a la compañía de Arthur, Harry, Ginny y Hermione.

—Charlie llegará mañana. —Les comentó Molly, con mirada melancólica. Los chicos asintieron.

Unos minutos después, Joseph pasó frente a ellos ofreciéndoles vasos rebosantes de café caliente y les avisó que, ante cualquier situación, él estaría frente a la puerta de la habitación de Emily, doblando el pasillo. Las horas pasaban y de vez en cuando los medimagos entraban a la habitación de Ron. En un momento, un medimago alto, con algunas arrugas, cara alargada, con lentes redondos similares a los de Harry y de cabello plateado, se paró frente a ellos, cargando en sus manos varias planillas de los pacientes del hospital. Con una amable sonrisa, se presentó.

— Buenas tardes familia Weasley, soy David Parks, estoy a cargo de Ronald Bilius Weasley. —Molly se puso de pie y le estrechó la mano suavemente.

—¿Cómo está mi hijo? —Parks intentó sonreír para aligerar el ambiente, pero cuando desvió sus ojos a la planilla del chico, sus labios se tensaron súbitamente.

—Verá señora... su hijo sufrió un fuerte golpe en el torso, en la parte derecha. Se quebró tres costillas, fue una suerte que no le perforaran el pulmón. Pudimos observar que también sufrió una fuerte contusión cerebral en la parte izquierda, creemos que el impacto lo recibió en la zona derecha del torso y cayó con toda su fuerza del lado izquierdo, provocando su lesión cerebral. Por el momento, eso es lo que más nos preocupa. Por ahora lo tenemos sedado y con un respirador artificial muggle para que su cuerpo no realice ningún esfuerzo. Ya le aplicamos varias dosis de diferentes pociones, sólo hace falta que hagan efecto y esperar a ver cómo evoluciona. Por el momento todo va bien. Y... no debe preocuparse en lo absoluto —Dijo poniendo su mano derecha en el hombro de Molly. — lo estarán supervisando toda la noche. La veré en la mañana, —Se despidió con una cálida sonrisa y siguió por el pasillo hasta doblar a la izquierda. El rostro de Parks les había transmitido lo que más necesitaban en ese momento: tranquilidad y esperanza.

Harry Potter Después de la Guerra (Vol. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora