Gracias

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―21―

Un mes después...

Finalizaba agosto y los chicos se reunieron en las Tres Escobas junto a sus amigos Luna y Neville.

—¡Es increíble que hayas entrado a las Arpías, Ginny! —Exclamó Neville, orgulloso.

— ¡Sí! —Respondió muy entusiasmada. —Realmente ha sido una hermosa sorpresa. Me han estado evaluando todo este mes y creen que me luzco bien como cazadora. Extrañaré ser la buscadora, pero ¿qué les puedo decir? —Dijo con una sonrisa. —Amo el Quidditch.

—Por Ginny. —Dijo Harry, levantando su chop de cerveza de mantequilla. Todos lo imitaron.

—Por Ginny. —Gritaron todos, uniendo sus chops en un brindis. La aludida sonrió ampliamente.

—¿Cómo vas con tu puesto, Neville? —Inquirió Hermione. Harry, Ron y Luna la observaron disimuladamente.

—Bien... —Dijo dubitativo, mirando a los chicos. —Tenemos un excelente grupo, pero... ahora en las vacaciones lo he estado pensando y...

—¿Qué? —Preguntó Harry, esperanzado.

—He decidido no regresar. —A Luna se le cayó su pastelito de caldero del lado de la crema, y se giró violentamente hacia su novio, sin creerse las palabras que había oído.

—¿Lo dices en serio?

—Sí, amor. Lo digo en serio. Nunca quise ir realmente y... la verdad es que... a pesar de tener un muy buen clima laboral... no es lo mío. Mañana tengo una reunión privada con Brooks, creo que ya puede intuir de qué se trata. —Luna lo abrazó, emocionada.

—¿Y qué dijo tu abuela? —Le preguntó Ginny. Neville permaneció en silencio y Luna lo soltó, para observarle el rostro.

—N—no. —Negó entrecortadamente. —Aún no he pensado la manera de decírselo. Supongo que para ella estaré de vacaciones hasta que encuentre las palabras adecuadas.

—Neville... eres muy bueno en lo que haces. —Opinó Ron. —Brooks te lo ha dicho, pero si no sientes que es lo tuyo, y... entraste más por obligación que por gusto, entonces... haces lo correcto amigo. Por Neville. —Dijo, levantando su bebida. —Y por las buenas decisiones de la vida. Salud. —Todos volvieron a unir sus bebidas en un brindis.

—Has todo lo que te haga feliz, amor. —Le dijo Luna, dándole un beso tierno en la mejilla. — ¿Y qué hay de tu ahijado, Harry?

—Él está muy bien, ya camina y está montando su escoba. —Contestó el azabache con una amplia sonrisa, mientras sacaba de su bolsillo una fotografía del niño, en donde Dromeda lo sostenía. —Tranquilos que no se eleva.

— ¡Genial! —Exclamó Neville. — ¡Ya quiero verlo jugando quidditch! Será un excelente jugador, ¿a que sí?

—Sí, eso está asegurado. —Comentó Ginny con orgullo.

—Ustedes lo cuidarán bien chicos, y estoy seguro que serán la imagen más similar de padres para él en un futuro. —Los animó Luna. Harry y Ginny se miraron tímidamente, tomándose de las manos.

—Y... ¿tú, Luna? ¿Seguirás en el Quisquilloso? —Le preguntó Harry.

—De momento sí... para ahorrar más para mis futuras expediciones. Ya le dije a Neville que podría descubrir nuevas especies de plantas, y yo me dedicaré a los animales, ya tengo todo planeado. —Neville bebió de su cerveza, nervioso.

—No es una mala idea. —Opinó Ginny. —Oí que Charlie contó que han estado teniendo problemas con los dragones en Rumania... creen que hay una especie que los está amenazando.

Harry Potter Después de la Guerra (Vol. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora