―13―
—Chicas, deben tranquilizarse, saben que están bien. —Las animaba Dean mientras comenzaban con el desayuno.
— ¡No hemos sabido nada en semanas! ¿¡Cómo estás tan seguro de eso!? Nunca se tardan tanto en escribir. —Gritaba Ginny bastante alterada, haciendo que unos niños de primero se sobresaltaran y se alejaran de ella.
Hermione por su parte, se hacía preguntas internas y se enfocaba en la fotografía de su relicario como si de esa manera pudiera obtener algún tipo de señal por parte de Ron. Lo único que podía hacer era rogar que tanto él como Harry y Neville se encontraran bien, sanos y salvos. Y todo aquello la agobiaba y la mantenía aún más desconcertada que Ginny porque durante toda la noche anterior tuvo constantemente una gran angustia en el pecho, algo que la inquietaba de sobremanera haciéndole imposible concentrarse en su redacción para el profesor Binns, pero sobre todo esa sensación amarga que sentía que le oprimía el pecho la tuvo durante toda la madrugada, motivo por el cual ni durmió: tenía marcadas algunas ojeras y su cabello estaba más enmarañado que nunca. Tomó la taza de café caliente que estaba enfrente de ella y se lo bebió todo casi de un solo sorbo, esperando y deseando que hiciera efecto suficiente para poder afrontar todas las clases del día. Ginny estaba teniendo una acalorada discusión con Dean cuando de repente escucharon aleteos cercanos. Al levantar la vista, comprobaron que varias lechuzas comenzaron a entrar al Gran Comedor, entregando el correo. Por unos segundos se sintieron decepcionadas al no ver a las lechuzas, pero de pronto aparecieron casi al final, una hermosa lechuza parda de manchas blancas y a un pequeño mochuelo que subía y bajaba: eran Snowflake y Pig. Éstas al distinguir a sus destinatarias, bajaron velozmente haciendo un perfecto aterrizaje en la mesa de Gryffindor, digno de admiración. Algunos niños de primer año las miraron boquiabiertos porque Snowflake había esquivado con una gran agilidad la jarra de leche caliente que una niña de segundo había puesto en su imaginaria pista de aterrizaje.
— ¡Ahí lo tienen chicas! —Comentó Dean, en tono divertido quien también recibía una carta.
—Cállate Dean. —Le ordenó Hermione un poco molesta ante tanta positividad de su amigo, y comenzó a desatar la carta de la patita de Pig apresuradamente.
Ambas comenzaron a leer y el contenido no era distinto a las cartas que éstos solían escribirles: misiones, entrenamientos, agotamiento físico, pidiendo disculpas y demás. Pero esta vez, había algo diferente en ellas, palabras que ninguno de los dos les dijo jamás y al leerlas, ambas se ruborizaron al instante y esto fue percibido por Dean.
— ¿Qué les pasa? ¿eh? —Preguntó en tono gracioso.
— ¡Basta Dean! —Contestó Ginny enfadada.
— ¡Está bien, está bien! Las dejo tranquilas. —Dijo de mala gana y se fue.
A Ginny no le hacía ninguna gracia. Y aquello le recordaba inconscientemente el por qué había terminado con él.
—Sinceramente espero que pronto salga con alguien, así deja de molestarnos. —Le comentó Ginny a su amiga.
— ¿Crees que así nos dejará?
A Ginny se le iluminó el rostro, y con una mirada pícara, contestó:
— ¡Ya sé a quién presentarle! —Exclamó sonriente.
—Luego me dirás a quién le presentas. Y... ¿qué dijo Harry? —Preguntó curiosa.
—Que está bien, no te daré muchos detalles, —Comentó, pícaramente. — pero... ¡es un dulce! —Exclamó con la mirada iluminada.
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Harry Potter Después de la Guerra (Vol. 1)
Fanfic¿Te has preguntado qué pasó con el trío de oro desde que terminó la batalla? ¿Cómo fue que Harry y Ron se convirtieron en aurores? ¿Volvió la ansiada paz al mundo mágico? ¿Cómo fue que la familia Weasley comenzó a crecer? Te invito a conocer cada d...