RAWR

Epílogo

Ayude a subir el equipaje al carro, y nos despedimos de mi padre. El vuelo saldría en unas horas pero teníamos que estar a tiempo en el aeropuerto para realizar todos los procedimientos.

No me gustaban las despedidas y menos si eran definitivas, aunque nada en la vida es definitivo, quizás en algún momento de mi vida volvería a este país. No quería perder contacto con nadie, pero en este momento no tenía cabeza para pensar en el mañana.

Escribí un mensaje de texto y seleccione a mis amigos más cercanos, y envié el mensaje.

La primera en responder rápidamente fue Harley, y luego Dereck. Mantuvimos una conversación pero no quería dar mucho detalles, Dereck si logro sacarme parte de porque había tomado esta decisión.

Aunque realmente estaba muy dolida con aquel ser humano, no tenía motivos para hablarle mal de él a su hermano. Éramos dos personas incompatibles que en cualquier momento pondrían fin, y en cierto punto era mucho mejor así.

Nos subimos en el taxi.

Los aeropuertos siempre eran una locura, personas corriendo, otras saliendo y algunas simplemente tomándose su tiempo.

Cada una agarro su equipaje de mano y la maleta. Tome la mano de Teodora para evitar que se pudiera perder entre todas las personas, Atheny hizo lo mismo con Greck.

Hicimos la fila para chequear las maletas y que nos sellaran el pasaporte.

Había entrado en un estado mecánico, hacia todo por instinto, no sentía ningún tipo de emoción, solo una presión y un gran vacío en mi pecho.

El tipo nos devolvió nuestros documentos y nos indicó la sala de espera.

Deje caer ambas maletas a un lado de la silla y luego me senté. Atheny se sentó a mi lado y las niñas de frente. Nadie decía nada.

-¿Mack, te pasa algo?- se acercó Teodora a mí.

- Teodora por favor no seas imprudente.

-Pero mami, es que Mack se ve triste. -la miro- ¿no te quieres ir verdad? Yo tampoco, ya nos hemos mudado tres veces y nunca logro hacer amigos en ningún lado. Pero mama me prometió que esta vez sí nos quedaríamos para siempre.

- Si estoy un poco triste porque nos vamos ir, yo también me he mudado muchas veces, pero les gustara Alemania.

- Cuando estoy triste, mama siempre me da un abrazo ¿quieres uno? -asentí. Atheny me sonrió dulcemente, enrolle mis brazos en la pequeña y se sentó en mis piernas- Gracias, lo necesitaba.

-De nada, siempre que quieras puedo darte uno - sonrió mostrando sus dientes.

El teléfono repicaba y repicaba dentro de mi cartera, trate de ignorarlo lo más que pude pero me rendí. Lo saque y comencé a mirar los mensajes pero no respondí ninguno de esos, luego lo haría.

Bloquee el teléfono pero esta vez sonó el timbre de llamada, la pantalla se iluminó y apareció el nombre que menos quería ver. Cancelé la llama pero volvió a insistir, hice ese mismo proceso como cinco veces pero aún seguía insistiendo, no quería escucharlo y menos saber que más quería decirme, ya había dicho todo.

Cuando la última llamada se colgó, apague el móvil rápidamente y metí la mano en un bolsillo donde se encontraba la pequeña llave para poder abrir el acceso donde se encontraban la memoria SD y así poder sacarle el SIM para desconectar definitivamente mi teléfono.

Mientras esperábamos que nos llamaran para abordar, camine hasta el cafetín y compre algo para comer y beber. Me lleve las niñas conmigo para comprar chucherías mientras que Atheny se quedaba en la sala cuidando nuestras maletas.