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Puedes estar lejos de mis ojos, pero no de mis pensamientos

La lluvia cayó de golpe en la ciudad logrando empaparme de pies a cabeza, grandioso día para estar nublado, que venga y me parta un rayo también.

Amarre mi cabello con una de las colas que siempre tenía en mis manos, por cualquier cosa.

Un chocolate caliente con bastante azúcar era lo que justamente necesitaba y estar envuelta entre las sabanas de mi cama.

O bueno, la cama postiza que tenía en el pequeño apartamento que pudimos alquilar.

Tape mis labios con la mano para toser y hacer sonar mi pecho de forma poco elegante, mire al lado para ver si alguien había presenciado el bochornoso momento de glamour.

Iba a perder un pulmón si seguía así.

Limpie mis converse en una alfombra improvisada de cartón en la entrada de la universidad, los alumnos estaban por todas las esquinas en el largo pasillo, unos hablando y otros simplemente cambiando de libros.

Agité la mano en forma de saludo a algunos chicos en el transcurso de mi camino, no era lo que llamamos "popular" en la universidad y eso era lo que menos me importaba, conocía personas aquí y allá, más que todo por los Warriors, además uno no viene aquí a comportarme como puberta, se supone que ya somos grandecitos para esas clasificaciones de secundaria.

Encontré mi casillero, coloqué la clave que no era más que 1234567, clásico. Sobre mi cuerpo tire el suéter ególatra robado que tenía en mi poder -Hola alemana- saludo coqueto Jarried, padre de mi hijo, mientras que las chicas de primeros años suspiraban embobada a su alrededor, asintió sonriendo mirando el suéter que anteriormente me había puesto.

Se veía magnífico y delicioso en su apretado uniforme de practica que mostraba todo en su lugar y con esa chaqueta narcisista de los Warriors- Hola, Jar- amor de mi vida, me contuve de repetir, me guiño un ojo y seguí mi camino hasta la clase que tenía.

Un poco menos de un año y estaría librándome de venir a perder el tiempo en esta universidad, no era el hecho de venir sino de cómo los profesores no se toman en serio el tiempo de los demás.

Tire el bolso en el suelo a un lado de mi asiento mientras destapaba una merengada que había traído desde el puesto de servicio donde me dejo el auto bus.

No era una gran idea tomar algo frío con está peste, pero mucho menos iba a desperdiciarla, costo vario dólares.

Un dolor de cabeza empezaba a crecer dentro de mí, restregué la vena que latía sin parar tratando de aliviarla, el primer síntoma de gripe en mi organismo- Was willst du noch von mir? Gott! -murmure para mi sola.

Masaje mas, eso solía funcionar.

Un grito me hizo saltar sacudiendo el frasco en mis manos salpicando mi camisa ya arruinada por la lluvia, miré esta y gruñí- Hola, cosita bonita - río Katty con emoción. Mas a tras llegaba Harley con Chris, despidiéndose de manera informal, hasta cuando estos dos ocultando los que sienten por el otro.

Bueno, rectifico, ¿hasta cuándo Harley Rae?

Respire internamente antes de hablar- hola chicas - ambas parlotearon ganándose que frunciera el ceño, elevaron su ceja coqueta mientras me miraban y luego a lo que cargaba puesto, subí la mano para callarlas antes de que unas burlas saliera de esas bocas maliciosas-por si no se dieron cuenta, hoy no estoy de mucho humor- bufé, no busque que saliera un tono tan odioso, pero así fue.

En la puerta comenzaron a entrar los alumnos con el profesor detrás de ellos.

Las chicas se despidieron, comentando que nos veríamos en el campus al finalizar la hora.

RAWRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora