RAWR

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Había tomado lo primero que conseguí en el armario, realmente fue lo primero que vi, no como ese tipo de chicas que dicen que hoy se pusieron lo primero que vieron y llegan todas arregladas, maquilladas, peinadas y con ropa de combinada.

Cuando yo hablo de lo primero que me puse, consiste en un moño alto como peinados, polvo y rímel como maquillaje y un jean, suéter y una chaqueta, tratando de darle un poco de estilo a mi vestuario y no parecer una vagabunda que vive debajo de un puente.

Amaba como esas dos prendan quedaban juntas, lo que los famosos llamaban estilo callejero, y aunque realmente no hubieras producido tu ropa, esta le daba un toque genial al cualquier conjunto.

Perezosamente busqué con la mirada la carpeta que necesitaba llevar conmigo, no la encontraba por ningún lado hasta que la vi arriba de uno de los estantes.

Kennedy se terminó de aplicar el labial rojo y peinarse en el espejo de la pequeña sala, ella si era el tipo de persona que antes muerta que sencilla, y aquí la tenía frente a mí con un vestido espectacular y su pelo perfectamente arreglado. Tenía un pequeño trabajo para una tienda y también terminaría de programar todo referente a su futuro trabajo.

La universidad quedaba de camino así que me dejaría allí y luego seguiría su destino. Moví el espejo que estaba en el auto para mirarme el rostro, tenía unas ojeras, pero no tenía tiempo para corregirlas, luego me pondría un poco de hielo.

El auto se paró frente a la entrada, había mucha gente que iban de un lado a otro, corriendo, caminando, y en bicicleta, me recordaba al primer día que llegué aquí, y solté mi cinturón, estirándome para recoger mis cosas de la parte de atrás.

- ¿tienes algo que decirme? –pregunto Kennedy antes de que me bajara.

-ahm, no –pensé un segundo para saber a qué se refería- ¿de qué? ¿o qué?

- ¿segura? –me quede con un pie afuera del auto y la mitad del cuerpo aun en el asiento- porque como llevas puesto el suéter del innombrable

- ¿el innombrable? -tire mi cabeza hacia atrás riéndome por su ocurrencia- ¿Del señor tenebroso?

-muy chistosa- me pego con la mano en el hombro- de Bieber.

- ¿Qué? - baje la mirada para lo que llevaba puesto, y era cierto, tenía puesto el suéter azul de la fraternidad Warriors. – ni me fije

-Claro- su tono sarcástico no me pasó desapercibido.

-adiós –alargue la palabra mientras me cerraba la puerta del auto.

Hay días en los que te levantas y parece que eres un pequeño sims siendo manejado por otra persona que elegí tus acciones, así me sentía hoy. Me levante involuntariamente de una manera mecánica, me bañe, comí y de la misma manera realice todas las cosas que hago en mi día.

-Justo en la persona que estaba pensando.

- ¿yo? –me apunte con la mano.

-No, la chica de atrás, discúlpame- hizo un ademan de irse, me moví para que siguiera caminando- obvio que tu

-discúlpame, pero hoy me levante un poco lenta para entender

Hades se había acercado hasta mi para entregarme la camiseta negra, aunque el verdadero color del equipo era azul y blanco, estas las tenían divididas como en una especie de categorías.

Por la parte de adelante tenía un gran guerrero y el nombre del equipo, mientras que atrás decía el número de algún jugador. -Lo prometido es deuda.

- gracias, prometo que tratare de ir, de verdad

- está bien, será bueno verte allí –me guiño un ojo antes de irse.