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Estire mi mano derecha tocándome el cuello moviendola de lado a lado mientras me acariciaba, me dolía tanto desde hace días. Empecé a meter las carpetas que tenía sobre la mesa en la cartera, Mientras un insistente Dereck no dejaba de parlotear a mi lado caminando a mí alrededor a punto de causarme un dolor de cabeza.

Subí las manos a mi cabeza en forma de rendición.

–Ya –Grite golpeando la mesa con la libreta. Dereck se silenció de golpe mirándome.

–Vamos –Sonrió haciéndome ojitos. Lleve mi puño debajo de mi barbilla mirándolo fijamente. Tomo mis hombros por detrás y comenzó a empujarme a la salida.

–Bien –Exclame- Voy a ir Dereck- Lo apunto con el lapicero- pero si tu hermano está ahí y comienza a fastidiarme, me voy, ¿ok? – Me miro pensándolo brevemente y asintió feliz como un niño con un nuevo juguete.

Tomamos un taxi para ir a la casa de los Bieber. Era la primera vez en seis meses que conocía Dereck que iría a su casa.

–Podrás conocer a mi hermanito –Saco su celular Samsung Galaxy S8 mostrándome una nueva foto del tierno bebe chupando su dedo acostado en su pecho.- Tiene un año y medio.

–Es una ternurita provoca comérselo a besos –hable como un bebe apretando mejillas imaginarias.

–Eres Ridícula –Se burló. Lo mire muy mal.

–Déjame en paz, estas celoso porque le daré amor a tu hermano y a ti no –Levanto su ceja pervertidamente.

– ¿A cuál de mis dos hermanos? –Bromeo. Haciendo formas obscenas con su manos.

–Oh! Cállate, Dereck Bieber – Lo empuje ignorándolo durante el resto del trayecto.

El carro nos dejó frente a un gran portón negros con diamantes en las puntas de color dorado que daba paso a un gigante jardín.

– ¿Y Dices que eres pobre hasta que tu hermano cumpla 25? Estas de joda, Dereck, tienes una casa más grande que la de Michael Jackson.

–Mis padres estaban económicamente estables, pero sabían los irresponsable que era o mejor dicho lo irresponsable que es Justin y decidieron dejar esa cláusula antes de morir.- lo abrece, sé que hablar de sus padres lo ponían tan sentimental.

Caminamos por un pequeño caminito de piedras con grama y flores a los lado que daba hacia la puerta principal de la gran casa, saco sus llave con un llavero en dorado y plateado con las letras JDJ y abrió la puerta de color blanco.

– ¿Hay alguien en casa?- grito logrando que su eco resonara por toda la sala vacía.

–Al parecer n...-me interrumpió colocando un dedo en mis labios.

–Al parecer si –Me miro. Mi cara fue de confusión-Lo siento.

– ¿Porqu...-Mi pregunta fue respondida por una risa masculina y otra risa aún más infantil.

Dereck se encamino a un ventanal corredizo de puertas francesas que se encontraba frente a nosotros, este daba vista y acceso al patio con una moderada piscina con césped. Un pequeño niño rubio no paraba de reír por las constantes cosquillas que su hermano mayor le hacía. –No, Du, No –Chillo feliz golpeando la cara de su hermano con sus regordetes de dedos este mordía levemente los deditos con sus labios tapando los dientes para no hacerle ningún daño.

Justin se veía tan diferente junto a su hermanito menor. Corría emitiendo ruidos de animales detrás de su pequeño hermano de un año y algo más por todo el césped, este trataba de no caerse con sus pequeñas piernas. Su sonrisa no daba para más, primera vez que veía que su sonrisa realmente combinaba con el radiante brillo de sus ojos.

RAWRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora