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maratón 2/3


Lo que sería una reunión tranquila entre amigos se convirtió en una descontrolada fiesta de universitarios, como no, si un amigo invitaba a cinco más y esos cinco invitaban otros diez, regándose por todos lados la dirección de una fiesta ¿quién se resiste a las fiestas donde no tienes que poner ni un centavo?

Con una botella en la mano izquierda y con el rostro totalmente contrario de rabia llego hasta el otro extremo del salón- ¿puedes decirle a tu amiga que deje de hacer el ridículo? – un enojado Paul reclamaba por toda la atención que Kennedy con su vestido corto atraía entre los chicos, mientras esta bailaba algo más que borracha.

-discúlpame, pero ni soy niñera ni ella tiene cinco años, esta grandecita para saber lo que hace- lo pique, metiendo un dedo en la llaga para fastidiarlo, sabía que estaba furioso no por el "ridículo" que estaba causando, estaba más que furioso por verla divertirse entre un grupo de hombres comportándose como machos en celos.

-es tu amiga –la vena de su frente buscaba reventar en algún momento, sus dedos blancos por la presión que ejercía en la botella decían todo.

Me incline sobre la barra. - ¿y? –las pupilas se le dilataron hasta el punto de que su característico color verde azulado ni se notaba, solo la negrura de sus pupilas.

-bien, si ella quiere hacer el ridículo –subió los hombros tratando de parecer desentendido de la situación, pero por dentro, latía la furia como esa vena a punto de reventar, bebió el último trago del licor y se alejó de mí, negué con mi cabeza casi riendo por su estado de ánimo.

Desde mi posición aun inclinada en la barra miré a todos los que se encontraban en la casa, muy pocos eran conocidos, no tenía ánimos de fiesta, bebí de mi coctel para tratar que con alcohol los ánimos se me subieran para disfrutar de algo de lo que pasaba en mi propia casa.

Un par de chicos me invitaron a bailar, pero denegué sus ofertas -hola bomboncito-giré solo el cuello para confirmar quien era. -gran fiesta.

-hola Stev, una gran fiesta que tenía que ser una pequeña reunión solamente.

- vienes de un país muy aburrido, bomboncito, porque aquí las cosas se hacen a lo grande –entre abrí los labios para responderle, pero delante de nosotros paso una mujer con las curvas puestas en los lugares justos de su cuerpo llevándose con su caminar los ojos de Stev- el pequeño Stev necesita de tu cariño mujer –grito a todo pulmón caminando detrás de esta que lo miraba sonriendo.

Kenny se hizo paso entre el grupo de hombre que se quejaron para así salir de ese círculo para llegar hasta el Dj en la improvisada tarima susurrándole algo en el oído, la mire esperando para saber qué tipo de canción le había pedido hasta que empezó a cantar mientras baja bailando.

"Dime cómo le explico a mi destino que ya no estás ahí

Dime cómo haré para desprenderme de este frenesí

Esta locura que siento por ti

Con esta química que haces en mí

Ya no puedo

Nena discúlpame y si te ilusioné yo no lo quise hacer

Sé que en el amor cuando es real ese vuelve, vuelve

Pero cómo olvidar tu piel y cómo olvidarte mujer

Y ya no puedo "– no paro de cantar la canción hasta que termino tambaleándose de un lado a otro, estaba despechada eso era seguro y de repente como acto final enfocada por todos le planto un beso a Scott quien la miraba extraño.

Mi querido primo no paso desapercibido ese beso, tiro el vaso aun con licor al suelo de la piscina y se alejó a metros de ahí. - ¿celoso? - le hable apenas estuve a su lado.

-por dios, Mack, es como mi hermanita y aun no supera que la deje plantada, debería madurar y si cree que con eso me dará celoso porque aun siente algo, está equivocada – no respondí, equivocado estaba el.

Un zumbido en mis pantalones me asusto.

Maldito, teléfono.

De: Privado.

Enviado: 13:00pm

Estoy triste.

Mire el teléfono sin prestar atención, era un numero privado y seguro equivocado me dispuse a meterlo otra vez en el bolsillo, pero llego otro mensaje del mismo número.

De: Privado.

Enviado: 13:01pm

¿No contestas? Bien te diré, Estoy triste porque fue la única persona que no estuvo invitado a tu fiesta, pero eso podemos arreglarlo, ábreme la puerta.

No volví a responder, no sabía quién era la persona, además ni un solo alma más podría caber aquí, pero un mensaje seguido de ese en breve segundos me respondió la duda.

De: Privado.

Enviado: 15:01pm

Rawr.


Camine hasta la puerta para así poder echarlo de mi casa, como pude si quiera llegar a pensar en acostarme con ese patán un día es todo lo lindo que finge ser y al otro es todo lo patán que en realidad es, pero una persona se me adelanto abriendo antes de que pudiera llegar a ella, Justin, Christian, Harley y Dereck, se encontraban caminando hasta mí, los dos primeros con esos aires de grandeza que pertenecer a una fraternidad, un equipo y ser chicos malos les da, Harley abrazada a Chris mientras este le besaba cariñosamente la frente se notaba tan feliz y enamorada.


-Hola, Zie –me beso la mejilla Dereck. Si los hermanos mayores estaban aquí, donde estaba el pequeño Jasón, Deck descifro la expresión en mi cara y susurro solo para nosotros dos – esta con una niñera.

-hola Rawr –busco besarme la boca, pero le hice la cobra un par de veces.

-hola idiota

- ¿aun enojada?

-ese no es tu problema.

-déjala en paz Justin –golpeo la espalda su amigo mientras que Harley me jalaba hasta su lugar.

RAWRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora