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Maratón  2/3

Deje el carrito aún lado de mi mientras elegía entre las galletas que tenía frente a mí. Esta semana me había tocado a mí hacer las compras del supermercado y pues aquí me encontraba, pasando de pasillo en pasillo.

Llevaba más de una hora aquí, pues no tenía nada más interesante que hacer así que estaba aquí tomándome mí tiempo. Mire la hora en mi reloj y aún era muy temprano, tenía nada más que hacer hasta después de las dos cuando comenzaba mi turno en el trabajo.

Después de aquella comida con mi padre y mi ahora nueva familia, todo había comenzado a cambiar en mi vida. Habíamos quedo solos durante un rato y pudimos conversar sobre todo aquello que me molestaba y como todo tenía que cambiar también, él no podía vivir por siempre pensando en el recuerdo de mi madre, él podía ser feliz y yo había sido muy egoísta por no dejarlo ser, pero no tanto en ser egoísta, creo que mis sentimientos fuero heridos cuando solo éramos mi padre y yo, y él no había confiado en mí para aquello tan importante.

Pero aquí nos encontramos, comenzando un nuevo capítulo en nuestras vidas, Atheny no era una de esas madrastras malas de Disney, al contrario, era todo un amor, y eso ahora me hacía sentir mucho peor de como la trate.

La casa seguía igual a como la deje, el cuadro de mi madre aún seguía en aquel estante donde apenas llegué de Alemania la puse, pero ahora junto a esta estaban varias fotos, una de mi hace años en Alemania sonriendo en aquel oktober fest, otra de mi padre junto a mí, y unas junto a las niñas y Atheny.

Mire nuevamente la lista que tenía a mi alcance para verificar que no olvidaba nada, tire varias galletas y otras más que les gustaban a Kennedy, segui caminando hasta el final del pasillo donde vi un paquete de gomitas que tanto le gustaba a Dereck y que solo lograba que compartiera conmigo.

Esas simples gomitas hicieron que recordara nuevamente que Dereck había desaparecido, si tan solo se comunicara conmigo, todos queríamos saber solo si estaba bien.

En un instinto lance las gomitas dentro del carrito junto a las otras cosas que tenía ahí porque sentía algo en mí, una sensación extraña en cuanto a ellas, tal vez solo era melancolía al recordar a Deck.

Di una última vuelta al supermercado, lleve el carrito hasta la caja y me forme en la fila esperando mi turno para pagar.

El teléfono comenzó a sonar en la parte trasera de mi jean donde lo tenía colocado.

Quité las manos del carrito y las dirigí hasta mi teléfono.

De: Kenny

Hora: 8:36am

"Alguien está esperándote aquí"

Rodé los ojos porque hasta este momento el único que podría ir al apartamento como si fuera su casa era Justin y no quería verlo. Acabaríamos follando como cada vez que nos encontrábamos en una misma habitación, que mierda le sucedían a mi cuerpo cuando lo tenía cerca.

Quería golpearlo tanto y luego dejar que me hiciera lo que le viniera en gana.

Pero no, que se creía, que yo era su muñeca de consolación sexual.

Pues no. No es cuando él quiera, es cuando a mí me provoque.

Para: Kenny

Hora: 8:40am

"Si es el estúpido de Justin dile que se puede ir a la mierda"

Ese imbécil no podía desaparecer por tres días y luego aparecer en mi casa para follarme cuando le diera la gana. Al menos debería estar buscando a su hermano, no había ido a la universidad y tampoco esperaba verlo allí, estoy tan segura que perdería su último año.

RAWRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora