La lluvia fuerte empeño las ventanas que daban vista hacia la pista de aterrizaje, el bullicio de las personas correr de un lado a otro junto a sus maletas para llegar hasta su puerta de destino.
- te quiero mucho, y voy a extrañarte - se acurruco en mis brazos la pequeña de los Schweitzer.
-Yo también, pero nos veremos pronto- paúl fue el siguiente en abrazarme de la cintura y elevarme en sus brazos como de costumbre, beso mi frente al momento de que toque el piso algo mareada, con Rob tuvimos una despedida informal un "hasta pronto" sin más demostraciones afectivas ni nada parecido.
No me gustaba decir adiós porque eso significaba no verlos nunca más, una despedida definitiva.
Paúl y kenn estaban en las mismas circunstancias, apartados de todos hablan, pero solo podía ver a mi mejor amiga negar constantemente y a paúl mover los labios, por última vez ella negó volviendo al cruzo con mi primo detrás de ella serios.
Mordí mi lengua para no pecar de imprudente y preguntar.
Cada quien tomo sus respectivas maletas y bolsos de mano, los acompañamos hasta la revisión de maletas, del otro lado del detecto subieron las escaleras eléctricas despidiéndose con la mano desde ella, los mire por última vez cuando cruzaron en el segundo piso,
La alemana se pegó a mi brazo recostando su cabeza en mi hombro mientras salíamos, varias personas nos miraban extrañas, si parecíamos una pareja de lesbiana, pero, aunque lo fuéramos, estábamos en el siglo XXI deberían superarlo y dejar a mirar a las personas con otros gustos como si fueran extraterrestres. Salimos del gran aeropuerto pasando por el estacionamiento donde habíamos dejado el carro, subí al asiento del copiloto ajustándome el cinturón mientras mi amiga arrancaba el auto.
Quince minutos después estábamos pasando por el centro de la ciudad- déjame aquí –solté el cinturón de seguridad me estire hasta atrás agarrando la cartera y la laptop- tengo que hacer unas cosas –bese su mejilla bajando del auto- no vemos ahora en la casa –asintió.
Después de dejar a los chicos en el aeropuerto y resolver unos problemas que tenía, mande un par de correos más mientras tomaba mi chocolate frió en el parque, pero de repente frente a mí se encontrar la solución a un porcentaje de mis problemas. Recogí todas las cosas de la mesa y cruzando la calle llegué al pequeño local que tenía pegado en su puerta "se solicita personal"
Empuje un par de veces la puerta, pero esta no cedía hasta que un chico detrás de mí la jalo y esta abrió, que vergüenza, se rió y me dejo pasar primero, le agradecí caminando hasta la caja.
-buenos días –coloque sobre el muro la laptop – estoy interesada en el trabajo ¿aun está disponible? Una rubia amable se acerco hasta mi sonriendo- si, el horario es de dos de la tarde hasta media noche.
Era perfecto para mi; iría temprano por la mañana a clase y el resto de la mañana haría los trabajos pendientes para cocinar y alistarme para el ir a trabajar, no tendría tiempo para mi en cuento al gimnasio y otras actividades. -me agrada la idea - sonrei como ella. - entonces bienvenida abordo -extendió la mano izquierda hasta la mía- empiezas mañana-tome su mano apretandola para después soltarla y ver como ae alejaba a despachar un cliente.
Es hora de la independencia.
Espere afuera de la cafetería coloquial, hasta que por fin paso el autobús dejándome a pocas cuadras de mi casa. Pase de largo hasta la casa cuando algo en el buzón me hizo devolverme en mis pasos.
Era una carta.
Y el remitente me revelaba de quien podría ser, mi padre.
[...]
El sonido del teléfono me despertó, nunca dejaba el móvil prendido y justo hoy que estaba más cansa de que nunca tenían que llamarme a estas horas de la madrugada.
Trastabille con la encontrar con la mano donde sonaba el aparato
- ¡hallo! - la voz me salió más ronca de lo normal, me acurruque junto a mi almohada sin abrir los ojos.
-Zie -Hablo mi mejor amigo del otro lado de la línea.
- ¿Deck que pasa? -Hable angustiada sentadome golpe, él no era de llamar para una estupidez.
-Él no está- sonaba lloroso y angustiado más de lo normal- esa mujer volvió y discutieron -trago saliva- Esa maldita interesada...-No lo entendía, escuchar a dereck maldecir era uba novedad pues el es un corderito caído del cielo.
-Dereck-Grite a través de la línea telefónica- Cálmate ¿Quién es ella? ¿Quién volvió? Respira cariño- miré la hora eran un poco más de las tres de la mañana, pero no podía dejar a Deck con un colapso nervioso- 5 minutos llegó a tu casa -Colgué sin esperar su intranquila respuesta.
Salí de casa rápidamente en pijama y pantunflas, tomé las llaves del auto de Kenny prestado.
Había durado más de lo acordado, llegue desorienta porque normalmente iba con Justin o Dereck en un auto o taxi sin prestar atención al camino mas corto.
Aparque tocando el timbre para que se abriera el portón, en la cima de la entrada estaba mi rubio con la puerta abierta esperándome, el porton detrás de mi se cerró.
-Ahora cuéntame que paso -Dije agarrandolo del codo y sentandonos en el sofá.
-la Ex-Prometida de Justin volvió.-la saliva que en ese momento pasaba por mi cargante causo que me atorara.
¿Prometida? ¿Ex?
Mi boca se abrió en asombro-Aun no entiendo -Entre cerré mis ojos.
-Justin se iba casar cuando tenía, no se,¿18 o 19 años? Era Joven, Dejo la Universidad por esa mala mujer, Nuestros padres no estaban de acuerdo pero el la amaba, pero ellos murieron antes de que Justin cobrara su herencia en vida, Y dejaron una herencia multimillonaria para nuestras cosas después de morir, ya sabes Justin no la cobra hasta dentro de dos años, Ella era y es una interesada, lo dejo frente al altar escapándose con nuestro primo, nuestro maldito y miserable primo.
