El sol ardía en mi espalda de una manera agradable, estar relajada en la piscina de mi hogar tomando solo sin ninguna preocupación era la sensación más maravillosa que una persona podría sentir, días agotadores de universidad, estos tres días de mini vacaciones valían la pena. - Y entonces me acosté con él.
Rodé sobre mi espalda sujetando la parte de arriba del traje baño con mi antebrazo mirándola incrédula después del largo relato- ¿escuché bien? ¿Te acosté con él? No puedo dejarte un día sola porque haces desastres- la regañe como su fuera su madre, si mi tía no estaba aquí para hacerla entrar en razón, pues yo tomaría su lugar- ¿no habías dicho que no volverías acostarte con la primera persona que conocieras? -amarre los tirantes de mi bikini esperando su respuesta.
-él es diferente.
-oh no, Kennedy, dijiste Johnny también lo era, hasta que terminaron después de que le dieras lo que el más deseaba, follarte. - deje los pies en el piso- no estoy diciendo que Scott sea un mal tipo, no lo es, lo conozco poco, pero sé que no lo es. No quiero verte llorar otra vez- mi mejor amiga había pasado por tantos fracasos amoroso que ya no le importaba encontrar el amor, solo divertirse y pasarla bien con alguien- ¿lo tomaras con calma? –asintió adsorbiendo de su merengada, estire mi meñique elevando las cejas para que lo prometiera, sin palabras unió el suyo junto al mío.
Ajuste la sombrilla para que ya no pudiera pegarme el sol, estuve tan expuesta a el que al solo toque mi piel ardía. Esparcí un poco más de protector sobre mi rostro y hombros para evitar volverme un tomate en los siguientes días, el problema de toda persona blanca que nunca podrá obtener un lindo bronceado–deberíamos hacer una reunión.
-ni se te ocurra, estoy muy tranquila relajándome para tener algún alboroto en casa-cerrando los ojos bajo mis lentes de sol, recostándome.
-Ándale, Mack.
-Tu solo quieres ver a Scott
-En parte.
Con insistencia el timbre sonó varias veces, doble mi rostro para mirar a Kenny con seriedad, pero esta esquivo mi mirada con rostro culpable. –Lo hiciste.
Mire por un par de segundos su teléfono antes de responder-no debían llegar a esta hora.
-Kennedy rayito de luz –la reprendí mientras me levantaba perezosamente hasta salir del jardín trasero, me cubrí con uno de los pareos mientras nos íbamos acercando a la puerta para recibir a sus invitados, que no fueron invitados por mí a mi propia casa, pero que más iba hacer no podía echarlos.
-Lo siento- realizo un puchero con ojitos grandes- pensé que sería buena idea.
-fue mala idea, rayito de luz.
-no me llames así –rodó los ojos. su nombre en realidad era Kennedy Lichtstrahl, pero para fastidiarla acostumbre a llamar rayito de luz significado al español, obtuvo este nombre peculiar ya que según sus padres Kennedy fue un rayito de luz para ellos en su momento más difícil de la vida, pero de igual forma odia su nombre alemán. -mis padres de verdad me odian, quien le pone a su hija "Lichtstrahl" ¿no pensaron en las burlas que obtendría por eso? –dramatizo como era de costumbre y aquí vamos de nuevo, la deje sola en medio de la sala parloteando sobre cuanto odia ese nombre y el día en que por fin lo cambiaria.
Después de abrir la puerta quede parada como una estatua frente a esta, a fuera no estaba ningún conocido de la universidad sino las personas más importantes en mi vida. -Mackenzie –reaccione cuando tenía un cuerpo sobre el mi tirándome al piso- te extrañe tanto – no me soltó ni por un segundo mientras analizaba todo lo que estaba pasando.
-pero ¿qué hacen aquí?
-si deseas podemos irnos- el sonido de la voz de Paul me hizo sentir tan bien, que casi llore.
-no –Salió un gritico de mi voz levantándome junto a Jennel acurrucándome en sus brazos cuando estuvimos de pie, Paul se acercó abrazándonos para después levantarnos unos centímetros del suelo en ese abrazo chillando como niñas pequeñas.
Un carraspeo llamo mucho más mi atención al estar separada de mis primas, Rob, él estaba aquí parado en la puerta de mi casa desde pues de tanto tiempo y kilómetros de distancia. -espero no ser la manzana de las discordias en tan bonito recibimiento.
Si antes estaba paralizada, ahora al ver a mi primer amor quien considere el amor de mi vida tiempo atrás, quede muda. –Hola Jen –salto emocionada para romper la tensión latente que había en el ambiente por nuestra parte- hola Rob –Kenny beso su mejilla abrazándolo para después cerrar la puerta detrás de él regresando a su anterior pues.
La sala de mi casa parecía el área donde se realizaría una guerra, Kennedy frente a Paul y yo frente a Rob mirándonos sin expresar nada. - ¿Para mí no hay beso o abrazo? O ¿aún no superas que te deje por otra y sigues odiándome? – la risa de Paul fue bastante cruel, la mirada llena de rabia que le dio Kennedy no se puede comparar con ningún otra. Él lo tomaba como burla y juego sin saber que a ella en el fondo la lastimo con esa acción, media vuelta y Kennedy estaba dejando la habitación sin responder o emitir alguna acción.
Golpee duro el brazo de mi primo- eres un imbécil.
