RAWR

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"Tengo la teoría de que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas por las que no lloró en su debido momento."

Gruñí contra la almohada cuando el teléfono comenzó a vibrar justo a un lado de mi cara, los ignoré removiéndome entre las sabanas acurrucándome mejor, pero segundos después el tono de llamada hizo su aparición, saque la cabeza de entre las cobijas y agudice mi oído, era un tono de llamada desconocido, lo ignore nuevamente, si es algo importante llamaran después.

El final de la llamada llego, pero segundos después de finalizar, comenzó a sonar de nuevo.

Estiré el brazo tanteando sobre la colcha de mal humor, lo encontré y puse para contestar en alta voz- ¿Hallo? –cerro los ojos sin prestar atención.

- Hallo Schatz. –una voz ronca llego a mi oído con un perfecto acento alemán, no podía ser cierto.

Mis ojos se abrieron de manera espontánea-Vati –salte de la cama contestando emocionada tirando las sabanas al suelo.

- ¿wie geht es meiner kleinen Prinzessin?

-Estoy muy bien, te extraño tanto – respondí con nostalgia.

-Yo igual princesa –el timbre comenzó a retumbar por toda la casa, Kennedy había salido temprano así que decidí no abrir y hablar con mi papa- ¿Y ese ruido?

-el timbre, pero nada es más importante que tu –la emoción no cabía en mi cuerpo, habían pasado meses desde que hable con mi padre y mucho más desde que lo había visto, nada ni nadie iba a interrumpir algo tan importante para mí como era hablar con la única persona que me quedaba en la vida- ¿Qué me cuentas?

-deberías abrir, estoy muy bien y ...-el timbre sonó, pero esta vez de una manera más desesperada- puede ser importante.

-bien, voy, pero no cuelgues

Bajé de la cama y me metí debajo de esta buscando las pantuflas, las saque y salí del cuarto sin mucho ánimo, pero el timbre no dejaba de sonar, ¿porque todo el mundo tiene que tocar el timbre como un demente? No respetan el sueño ajeno.

-Ya voy, Joder –grite abriendo la puerta bruscamente. El hombre más importante de mi vida estaba parado frente a mi puerta con el teléfono aun en la oreja y su gran sonrisa blanca.

-voy a tener que lavar tu boca con jabón, Prinzessin.

Mis ojos se pusieron húmedos, lleve ambas manos a la cara sin creerlos, más de un año sin verlo y ahora estaba frente a mi-Vati- grite llorando para luego saltar sobre el haciendo que soltara las maletas que tenía y me abrazara acariciando mi espalda.

No deje de llorar hasta que estuvimos totalmente dentro de la casa, mi papa cerró la puerta con un pie de un pequeño golpe.

- ¿Estás aquí? ¿como? ¿Porque? –la voz salió entrecortada y la respiración acelerada.

- calma Prinzessin, sí aquí estoy ¿cómo? Pues viene en avión – un tono de burla salió de sus labios ganándose un golpe de mi parte- que agresiva te volviste, como me preguntas que ¿Por qué? Porque extrañaba a mi princesita.

Tosió aclarándose la garganta, lo mire extraña-Mackenzie, también quería hablar algo sobre lo que llevo mucho tiempo pensando, ven siéntate –nunca en la vida me llamaba por mi nombre completo a menos que fuera algo totalmente grave.

-que intenso – sonreí nerviosa- siento que vas a regañarme o algo.

-quiero hablar contigo –sobo mis manos que se encontraban en el sofá.