RAWR

19

"Mackenzie tiene el puto piercing más sexy de la universidad"

Fue lo primero que vieron mis ojos cuando salí al campo de la universidad y en una de las paredes que cierran la universidad en letras grandes y rojas se encontraba ese escrito.

Esto tiene que ser obra del mal nacido de Bieber, voy a matarlo, en realidad voy a joder sus pelotas y hare que se las coma.

–Señorita Mackenzie, el director la espera en la oficina- me informo el profesor de matemáticas tocando mi hombro para después apuntar con su pulgar la oficina.

–Pero yo no he hecho nada –proteste con desdén.

–Ese graffitis dice lo contrario, acompáñeme.-hizo un ademan con las manos y comencé a seguir mientras protestaba en mi defensa.

–Pero... yo no tengo nada que ver con esas ralladuras.-Respire hondo para no perder la cabeza.

–Eso podrá explicárselo al decano de la institución, no a mí –continuo caminando sin hablar. Como una niña de 5 años cuando es regañada por sus padres.

No encontramos frente la puerta de la oficina del director, el profesor toco dos veces a lo que oímos un "pase".

Entre con la cabeza algo baja tapando mis ojos con el cabello pero en el momento que levante la mirada hacia las personas presentes encontré aquel rubio con cara de ángel pero espíritu de demonio.

–Voy a ahorcarte – dije sin pensar casi lanzándome sobre Justin aun sentado en compañía del decano.

–Señorita Schweitzer compórtese o tendré que suspenderlos por más días.-Resonó la mesa por el impacto con el pecho del rector.

–Pero si yo no he hecho nada, fue este imbécil que tiene al frente de usted—lo apunte ganándome una sonrisa santurrona de él.

Me miro con malicia antes de pronunciar alguna palabra.– no mientas Mackenzie tu estuviste tan involucrada como yo.

–Que no –golpee mis piernas con frustración- no crea nada lo que diga este imbécil.

–No mientas amor –se levantó de la silla para acercarse a mí.

–Ves este puño –el levanto su ceja de manera interrogante- vas estar en tu cara si te acercas más.

–Señorita por favor, compórtese –volvió a regañarme como si fuera mi padre.--Los dos tendrán que pintar aquella pared después de las actividades académicas o serán suspendidos sin prorroga a recuperar cualquier evolución que tengan putada para dichos días, ¿me han entendido bien? –Justin soltó una carcajada- no estés tan contento Justin, ese que el 60% de esto fue tu idea, otra más y serás expulsado –en dos segundos su cara cambio, adaptando una postura seria.

--No puede castigarme con ese ser –replique cuando vi como el decano se levantaba y nos abría la puerta en señal de que nos fuéramos.

-sí, sí puedo-revoto su dedo índice contra la puerta en espera.

-No es justo, estamos en una universidad no en secundaria-conteste.

-aún sigo siendo la máxima autoridad aquí señorita, o prefiere un mes de suspensión.

-Pero...

-Usted es tan culpable por ese graffitis como él.

-Gracias por nada –respondí molesta saliendo de aquella oficina.

Estuve caminando hasta mi casillero para guardar los libros que había dejado en el salón antes de ser llevada a dirección, patético, con 21 años y aun siendo castigada como una niña de preparatoria, saque un sándwich y un jugo de parchita que me había traído de casa.