RAWR

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Corrí junto a la camilla sin soltarle la mano, las ruedas de la camilla resonaban sobre el piso, llanto se escucha a lo lejos de diferentes personas logrando erizarme la piel de los escalofríos. - Biebs –susurré apretando fuerte su mano. La sangre de su cara permanecía seca logrando que resaltara por la pálida piel, la máscara de oxígeno cubría parte de la cara.

Uno de los paramédicos se detuvo informándole al médico que acabada de llegar junto a nosotros -Signos vitales bajos, posible traumatismo cerebral de segundo grado con un ritmo cardiaco de 60 a 100 por minuto y bajando.

La enfermera tomo mi brazo justo en el momento en que me disponía a seguir la camilla por el largo pasillo, haciendo que soltara su mano. -Señorita no puede pasar.

-Pero...-mire el pasillo detrás de las puertas desplegables.

- ¿Usted es un familiar?

-No, solo...

-contacte a un familiar, le estaremos informando la situación-Se fue detrás de las puertas corredizas dejándome parada en medio de la clínica.

Me senté en la sala de espera mirando un punto fijo en la pared, ¿Cómo iba a llamar a Dereck en la madrugada para decirle que su hermano estaba a punto de morir?

Con las manos temblando saque el teléfono del bolsillo de mi pijama y marque el numero- ¡Mackenzie! Joder más vale que sea algo de vida o muerte porque si no voy a odiarte por despertarme y a Jasón, tanto que me costó hacerlo dormir.

-Lo es - la voz salió con un pequeño llanto- Lo siento Dereck

- no entiendo de que hablas –la confusión se revelo en su tono.

-Justin llegó a mi casa mal herido, estamos en el hospital –las palabras de salieron de mi boca sin determinación.

- ¿Que? No no, dime dónde están, voy para allá- El sonido alterado de su voz me alarmo.

-no, es tarde, me quedare aquí con Kennedy, tu cuida de Jasón

- ¿Cómo me pides eso? Es mi hermano-me grito frustrado- ¿cómo paso?

-Lo sé, pero quiero que estés tranquilo, acaba de llevárselo para revisarlo, no puedes traer a Jasón y menos dejarlo solo, yo estaré aquí con Kennedy al tanto de todo.

-Zie, es la única familia que tengo –lloro rompiéndome el corazón en mil pedazos.

Las palabras no salieron de mi boca no despegue el teléfono hasta que el tono del fin de la llamada comenzó a sonar en mi oído.

Las horas pasaban y no teníamos noticias de él, me imaginaba lo peor, no me gustaban para nada las clínicas, nada bueno salía de la boca de los medico cuando uno se encontraba en la sala de espera y se tenían varias horas por delante, normalmente esperaban un tiempo prudente para decir las malas noticias.

-Deja de matarte la mente pensando lo que ocurre, estará bien.

- ¿Y si no? Han pasado 3 horas.

-Es normal.

-nada es normal, Kennedy, ¿cómo le diré a Dereck si algo malo ocurre?

-Reacciona Mackenzie-tomo mis hombros dándome una sacudida- tu eres la positiva del grupo.

Mordía mis uñas sin parar, el frio era insoportable, mi pijama era tan fina que no me cubría del frio, recosté mi cabeza en el hombro de Kenny cerrando levemente los ojos.

Una señora de unos cincuenta años vestida con el típico traje de enfermera se acercó a nosotras- ¿Familiares del Señor Bieber?

- Nosotras-salto como un resorte del asiento Kennedy parándose frente a ella haciendo que golpeara mi cabeza con la silla.