Meeting the Pɑrents
Estaba sentada en el sofá nerviosa por lo de hoy, empezando a jugar con la punta de mi vestido.
Me encogí de hombros un poco y ajusté mi vestido, preguntándome por qué había elegido este. Espera un minuto, no lo hice yo, mi madre lo hizo.Mis padres decidieron que querían conocer a Liam, teniendo en cuenta el hecho de que nosotros dos éramos ahora novios. Mi madre había pasado casi todo el día dando vueltas por la cocina, trabajando en preparar todo para la cena. Mi madre me había enviado a la tienda al menos cinco veces ya, y es que estaba muy emocionada, feliz de finalmente conocer al chico del que estaba enamorada.
Mi padre, por otro lado, había decidido sacar una vieja escopeta de mi abuelo en preparación. Y si, sobraba decir que estaba jugando la parte del padre protector, otra vez.
Había decidido pensar que Liam era más que probablemente un niño malo, sin siquiera conocerlo. Claro que fue frustrante para ambos, pero algo al respecto fue un poco agradable, aunque nunca lo admitiría.Al oír un fuerte golpe en la puerta, salí disparada de mi lugar en el sofá y corrí hacia la puerta. Salté sobre una almohada y un par de zapatos raros antes de deslizarme hasta la entrada. Al abrirla, una ola de aire frío se precipitó en la casa invadiendo mi pequeña capa de calor, enviando escalofríos por mi piel.
Liam estaba parado nerviosamente en el porche, iluminado por las luces de este, sus brillantes ojos azules mirando frenéticamente alrededor de mi casa. Un enorme ramo de hermosas flores colgaba en sus brazos, mis flores favoritas en realidad. Se había vestido muy bien, pero parecía un pez fuera del agua.
Sus dedos seguían jugueteando con la camisa del botón que tiraba de él y le daba palmaditas, demostrando lo nervioso que estaba. Una gran sonrisa se extendió por el rostro de Liam al verme y cuando cerró los ojos, sus ojos color zafiro se iluminaron al instante.— Te ves hermosa Alana.— Dijo Liam y al momento sonreí brillantemente y mis mejillas se calentaron haciéndome sonrojar por completo. Solo podía imaginar que parecía un tomate brillante en este momento.
Miré hacia abajo, una parte de mi saltó hacia otro lado para que no pudiera verme sonrojada.— Bienvenido amigo, vamos. Entra.— Mi padre gritó desde la habitación. Dejaste escapar un ligero gemido y la sonrisa desapareció de la cara de Liam al instante.
Él ya me había mencionado lo preocupado que estaba por todo esto, que realmente quería que mis padres lo apreciaran y aceptarán. Aunque le dije que permanecería con él sin importar lo que dijeran mis padres
Él todavía necesita estar tranquilo por la parte de ellos.
Al estar ambos dentro, cerré la puerta, bloqueando todo el aire fresco de la noche, deseando parcialmente que pudiera correr por la calle con Liam después de esto. Lamentablemente ya estaba atrapada dentro de la zona de guerra.