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Amber y Derek se apartaron cuando llamaron a la puerta. Sus labios estaban hinchados y sus ropas desordenadas mientras se miraban el uno al otro en estado de shock. Los golpes fueron persistentes con Stiles esperando a que Derek abriera la puerta.
— Amigo, déjame entrar— El hombre lobo rápidamente se colocó la camiseta por la cabeza antes de apresurarse a abrirle a Stiles.
— Espera, espera.— Amber susurró antes de levantarse de el sofá. Se puso de puntillas y comenzó a tratar de alisarse el cabello que estaba adorablemente alborotado, consecuencia de su sesión de besos algo acalorada. Las manos de Derek automáticamente se posaron en sus caderas y él no pudo evitar robarle otro beso.
— En serio, solo déjame entrar, es importante.— Derek gimió contra los labios de Amber antes de obligarse a alejarse de ella.
— Está bien, ya voy.— La voz de Derek fue ronca causando la risa de Amber antes de ir a su habitación para que Stiles no la viera. Abrió la puerta, molesto ya con el adolescente por interrumpir la única oportunidad que tuvo de ver a su novia sola toda la semana.
— ¿Qué te tomó tanto tiempo?— Los ojos de Stiles analizaron la cara de Derek, pero solo frunció el ceño mientras levantaba las cejas con expectacion. Sacudiendo la cabeza, Stiles habló.— De todos modos, ¿crees que Ben Affleck será un buen Batman?
Derek lo miró fijamente inexpresivo antes de que la exasperación hiciera fruncir el ceño.—¿Has venido hasta aquí para preguntarme eso?
Stiles no estaba al tanto de lo grave que era eso para el hombre lobo al asentir con la cabeza con impaciencia. — Sí, Scott y yo tenemos una apuesta y solo quería saber lo que pensabas, estoy para luchar personalmente, pero...
Derek lo cortó cuando cerró la puerta de golpe, apenas dándole la oportunidad de apartarse del camino.
— ¡Amigo!— Derek lo ignoró mientras se dirigía a su habitación. Amber estaba apoyada contra el cabecero de la cama con un libro en su regazo.
— Nos quedamos en algo.— Ella solo rió mientras Derek se arrastraba hacia ella antes de sentarse entre sus piernas. Sus manos se deslizaron por su cabello, revolviéndolo todo de nuevo.
— Deberíamos simplemente decirles porque por entretenido que haya sido, estoy cansado de mantener esto en secreto.— Derek acarició sus narices juntas antes de rodar sobre su costado y llevarla con él para que ella se acurrucara contra su pecho.
— Lo haremos, lo prometo.— Amber frunció el ceño mientras trazaba patrones en su camisa.
— Dijiste eso la semana pasada cuando Scott casi nos atrapa.— Un pesado suspiro escapó de la boca de Derek.
— Lo sé, pero ahora estamos lidiando con la manada de alfas y no quiero distraerlos, ya tienen suficiente con lo que lidiar.— Murmuró la chica haciendo una pequeña mueca.
— Estamos saliendo, no es anunciar el comienzo del Apocalipsis.— Él rió en voz baja antes de besarla en los labios.
— La próxima vez que veamos a la manada, les diremos.— Amber intentó alejarse de él, molesta porque no podían simplemente decirles de inmediato. Antes de que su estado de ánimo pudiese agriarse, Derek comenzó a lanzar besos en su rostro, enviándola en un ataque de risitas mientras intentaba y no podía alejarlo. Estaba acostada sobre su espalda cuando Derek se colocó encima de ella, presionando un beso suave y tierno en sus labios.
— Te amo.— Murmuró Amber con una gran sonrisa en sus labios.
— Yo también te amo.— Tal vez aún no podían contarles nada, pero sabiendo que la amaba era suficiente.
