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La luz del sol brillaba a través de las cortinas, la luz brillante me hacía mirar a través de mis ojos dejando entrar el sol y despertandome. Mis ojos comenzaron a mirar alrededor de la habitación y se detuvieron en el escritorio donde todos los libros y papeles fueron arrojados por todo el escritorio, creando un gran desastre. Y la laptop estaba en el suelo (Stiles lo había puesto allí). La idea de cómo sucedió todo eso y por qué, una sonrisa se extendió por mi rostro. Digamos que Stiles y yo no podíamos apartar de las manos de nuestros cuerpos mientras estudiábamos.
Escuché un pequeño ronquido cerca de mi oído que me trajo de vuelta de mis sueños. Dos brazos fuertes estaban envueltos alrededor de mi cintura y su cabeza estaba enterrada en mi cuello, haciéndome cosquillas un poco. Lentamente giré la cabeza para mirar la cara adormilada de Stiles, de hecho todavía estaba durmiendo. ¡Se veía adorable, indescriptiblemente adorable! No podía evitarlo, así que comencé a dejar besos suaves en todo su rostro soñoliento mientras trataba de no despertarlo.
— Sabes que soy consciente de que me besas, ¿verdad?— Susurró con los ojos cerrados y me acercó más mientras besaba mi hombro desnudo.
— Lo siento, pensé que estabas durmiendo.— Murmuré.
— ¿Y perderme de esto? ¡Nunca! ¡Quiero más! — Se quejó como un lindo bebé y le di un poco más de besos.
