Capítulo 43: Fui Débil - Parte 2 -

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Aun tengo tiempo para arrepentirme ¿verdad? -pregunté. Ellos negaron -

No, Dani. Quedaste muda al verla. -Se burlo Sebas divertido -

¿Desde cuando la gran Daniela Calle se queda muda ante una chica? - Preguntó Johann -

Desde que se topo con esos hermosos ojos verdes -dijo Mario "imitando" mi voz cuando ayer por la noche empecé a divagar pensando en esa chica -

Mario, cierra la boca - dije mirándolo fijamente -

Bien, dejemonos de tonterías. -intervino Sebas -

Calle bajara de auto, ira casual hasta la mesera que justo ahora esta detrás de la barra -dijo Johann viendo a través de la ventana del coche la cafetería - y le pedirás una cita o su numero, ¿que le dirás?

Hola, soy Daniela Calle. Nos vimos la otra vez y pues me  preguntaba si quisieras ir conmigo al cine o a donde tu quieras -repasé el guión en voz alta -

Recuerda decirlo con un tono coqueto -me recordó Mario -

Si, si, si, ya -rode los ojos - voy de una vez, ustedes me dan jaqueca

Baje del coche y respire profundo para encaminarme a la cafetería.

Hola, soy Daniela Calle, nos vimos la otra vez no se si lo recuerdas y pues me pregunto si te gustaría ir a al cine conmigo o a donde tu quieras -respeti en voz baja entrando a la cafetería -
Hola, soy Daniela Calle, nos vimos la otra vez no se si lo recuerdas y pues me pregunto si te gustaría ir a al cine conmigo o a donde tu quieras - camine con la cabeza baja tratando de controlar mis nervios - hola soy...

No creí que tomaras en serio la propuesta del monólogo -su voz me paralizó por completo, sin darme cuenta ya estaba frente a la barra y por consecuencia frente a ella -

Levante la cabeza y la mire, estaba recargando sus brazos en la barra mirándome con una sonrisa mientras se mordía levemente el labio inferior.

Trague saliva con dificultad, tal vez no lo hacía para provocarme sino por simple inercia pero eso la hacía ver increíblemente sexy.

Yo...emmm... ¿Monólogo? ...no, digo, sí....pero no, osea - guarde silencio al darme cuenta de que estaba haciendo el ridículo - no se que estoy haciendo -susurre bajando la cabeza sintiendo mis mejillas arder - yo...es la primera vez que me pongo tan nerviosa con alguien -admiti en voz baja esperando que no me escuchara -

Mi pulso se aceleró cuando su mano derecha tomo con suavidad mi mentón y me obligo a mirarla.

Ese rubor en tus mejillas te hace ver adorable - susurro haciéndome enrojecer mas - ¿vas a pedir algo o solo has venido para verme?

¿Que? -pregunte abriendo mis ojos como platos -

Escuché tu monólogo -comentó divertida - ¿me querías invitar al cine?

Emmm...yo...no...si...pero...solo...si tu quieres...no...osea....es solo...yo..es que -su dedo índice de su mano izquierda se poso sobre mis labios haciéndome callar al instante -

Respira profundo - alejo su dedo de mis labios para acariciar mi mejilla - dilo despacio...de todas formas te diré que sí -sonrío-

¿Me dirás que sí? -pregunté emocionada -

Sí me haces la pregunta sin titubear te diré que sí, sino me lo tendré que pensar - comentó divertida - aunque posiblemente acabe diciéndote que si.

Y otra vez ahí estaba ella mordiéndose el labio inferior descolocando todo mis sentidos.

¿Quieres ir conmigo al cine? -pregunté en un susurro -

Me regalo una sonrisa completa mostrando sus dientes perfectamente blancos robándome el aliento.

¿Cual es tu batido favorito? -alejo su mano de mi mentón dándose la vuelta dándome la espalda, ¿a que viene esa pregunta? -

¿Como? -pregunté totalmente aturdida por el repentino cambió de tema -

¿Cual es tu batido favorito? -repitió riendo levemente -

Fresas con leche -respondí entrecerrando los ojos -

Bueno. Contestando tu pregunta, te doy un si, me gustaría salir conmigo -se dio la vuelta con una pequeña bandeja con cuatro batido distintos - el rosa es el tuyo, esto corre por mi cuenta -me guiño el ojo -

¿Y por que cuatro? -pregunte curiosa -

Porque hay tres chicos viéndonos desde hace rato y como se que son tus amigos quiero agradables antes de tener algo contigo -me sonroje ante los último, ¿pensaba tener algo conmigo? -

Ya les agradas -aseguré - aun no se creen que me dejaste muda

Bueno, no es por despacharte, pero tengo que trabajar - sonrío -

¿Cuanto te debo? -pregunté señalando los batidos -

Nada, corre por mi cuenta -sonrío -

No, no puedo aceptarlo -susurre sonriendole -

Si me pagas no voy contigo a ningún lado - dijo seriamente pero sin dejar de sonreír -

Que forma de chantajearme -ambas reímos levemente - nos vemos luego

Te espero con ansias - tome la bandeja con los batidos y me retiré del lugar no sin antes sonreirle -

Cuando subí al auto le entregue a cada uno su batido mientras ellos no paraban de sonreír.

Johann encendió el auto y arranco en dirección a mi casa.

Dime tórtola, ¿cuando van a verse? -pregunto Mario desde el asiento del copiloto -

Caí en cuenta de que, no le dije el dia en el que nos veríamos y tampoco le pedí su número. El pánico me inundó.

No le dijiste la fecha - dijo Johann divertido -

Y tampoco le pediste su numero -añadió Mario y los tres estallaron en risas al yo no responder -

¿Calle, tu vaso tiene un escrito? - dijo Sebas cuando logro controlar su risa -

Extrañada detalle mi vaso.

"Como he notado que no me diste la fecha ni la hora te dejo mi número para que me escribas"

Leí en voz alta. Eso era lo que decía con una letra totalmente hermosa.

Alguien tiene una cita - dijo Sebas con picardía -

Yo solo me limité a mirar el vaso embobada, hasta su letra es perfecta.

One Shots | Caché |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora