Capítulo 72: ¿Se Puede Arreglar? - Parte 2 -

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¡Manu! — grite cuando sentí su cuerpo caer sobre el mio —

Se incorporó quedando sentada en mi espalda, abracé la almohada y enterré mi cabeza en ella.

Levántate floja — dijo mientras con una de sus manos tiraban de mi cabello, emití un quejido ante su acción —

No, me desvelé por tú culpa — me queje sin moverme —

No te hagas la loca, sabes que te gustó — una sonrisa se dibujo en mi rostro ante sus palabras y agradecí tener la cara en la almohada, no le daría la satisfacción de saber que tenia razón — vamos, no quiero llegar tarde y tú siendo la jefa debes dar el ejemplo

No doy ningún ejemplo si saben que vivo con mi secretaria — dije tratando de moverme pero su cuerpo sobre el mio me lo impidió — ¿te quitas?, pesas como una ballena

A poco amas a esta ballena — dijo antes de inclinarse apoyando sus manos en mis hombros y dejando un beso en mi cuello — ahora mi cielo, date una ducha y yo preparó el desayuno, aun es temprano...

Se levanto y bajo de la cama antes de salir de la habitación, suspire aun sonriendo y me gire quedando boca arriba mirando al techo.

Hoy se cumplía un año desde que vine a Medellín y seis meses desde que Manu y yo vivíamos juntas, todo había cambiado de la noche a la mañana de forma repentina.

Un día estaba apunto de pedirle matrimonio al amor de mi vida y al siguiente me encontraba llegando a un hotel de Medellín.

Me incorpore quedando sentada en la cama y me encontré de lleno con el espejo de mi tocador, mi cabello estaba mas largo y ya el azul había desaparecido, ahora tenía dos mechones blancos.

Me baje de la cama y busque en mi armario lo que usaría hoy, me decidí por una camisa de manga tres cuartos azul marino, un pantalón blanco y unos zapatos negros.

(...)

Salí del baño ya vestida mientras secaba mi cabello con la toalla, me acerque al tocador, empecé a peinar mi cabello y tome el secador para terminar mas rápido.

Me maquille un poco, tome mi celular y note que tenía varios mensajes de Sebas deseándome suerte.

Los únicos que sabían de mi paradero eran Sebas, mi papá, mi hermana.

Ellos tres me mantenían informada de lo que pasaba en Bogotá.

Sebas ya tenía novia, a la cual amenace por correo, si me entraba de que Sebas estaba llorando por ella yo personalmente la haría pagar.

Vale era la presidenta de su salón y estaba saliendo con un chico al cual aun no le he visto la cara pero también lo amenacé y peor que a la novia de Sebas.

Mi papá me había preguntado si  iría a visitarlos a lo cual dije que sí, que no sabia cuando pero lo haría.

Yo aun no estaba lista para volver, no aun.

Y por mas que desearía que no fuera así, todos los días cuando los llamaba les preguntaba por Calle.

Solo sabía que aceptó un trabajo como modelo, cosa que me alegro, ese siempre había sido su sueño, también que la veían siempre con Felipe, cosa que me enojo en sobre manera, pero ya no podía hacer nada.

Lo que no se es como reaccionó con la carta y el anillo, pero ya que, el tiempo paso y yo evitaba preguntar sobre eso.

Guarde mi celular en mi bolsillo y salí de la habitación, baje las escaleras y vi a Manu colocando los platos sobre la mesa.

One Shots | Caché |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora